El burro es un animal indispensable para las comunidades, para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria y reduce la vulnerabilidad de los pueblos, resaltó Mariano Hernández Gil, especialista de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).
Como animal de carga, el burro tiene presencia en 13 estados de la República, que concentran el 75 por ciento de la población de esa especie: Veracruz, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, entre otros.
Aun cuando el número de burros ha disminuido no están en peligro de extinción, apuntó Hernández Gil, quien alertó que existe un mercado para la piel del burro a nivel global, ya que en China se le utiliza para elaborar "eijao" al que se le atribuyen efectos benéficos para la salud. "La colágena de la piel de burro es muy especial y este producto lo elaboran con ella.
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Sí es real, hay reportes suficientes de esta demanda a nivel mundial de piel de burro, por parte de China", dijo el experto.
Hace un par de años, ante el boom de este mercado, su valor en México pasó de 300 a tres mil o seis mil pesos. Sin embargo, en poco tiempo, las comunidades se dieron cuenta de su papel fundamental. "Hoy les preguntas a las personas por qué no venden su burro y te contestan que lo necesitan".
"Los caballos y las mulas son más grandes, más fuertes y más reactivos que los burros y resultan menos manejables.
Por su tamaño, su nobleza y porque tiende a establecer vínculos más fuertes, el burro es más usado", apuntó el investigador de la UNAM.
Los burros también son animales de compañía; en Inglaterra han surgido los santuarios, "Donkey Sanctuary" y la UNAM, desde hace 35 años, tiene su propio programa de preservación y reivindicación del burro, a cargo de la FMVZ, y en colaboración con las comunidades, se trabaja a favor del bienestar, desempeño y conservación del burro, concluyó el experto.