La COVID-19 podría convertirse en la primera causa de muerte en México para diciembre próximo y las enfermedades no transmisibles (ENT), aunadas a la pobreza, han sido factores que han incidido en esta situación, señalaron este lunes expertos.
“Esperamos que para fin de año la COVID-19 sea la primera causa de muerte en el país y si está asociada a las ENT y a la pobreza, es una forma devastadora de muerte”, advirtió el doctor Gustavo Olaiz Fernández.
En conferencia de prensa virtual, el especialista recordó que las tasas de mortalidad por la COVID-19 en países como México y Brasil son de las más altas del mundo, pero en general en Latinoamérica la pandemia ha tenido efectos devastadores debido a dos circunstancias: las ENT y la pobreza.
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“Estamos en una importante crisis debido a estos dos factores y la COVID“, aseveró el experto.
Las ENT o enfermedades crónicas son afecciones de larga duración con una progresión generalmente lenta.
Entre ellas se destacan las enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares); el cáncer; las enfermedades respiratorias crónicas (por ejemplo, la neumopatía obstructiva crónica o el asma) y la diabetes.
Estas enfermedades representan el 71 % de las causas de muertes en el mundo, y más de un tercio son decesos prematuros.
Ana Cristina Montenegro, jefa de la clínica de enfermedades vasculares del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá, explicó que la enfermedad cardiovascular genera 17,9 millones de muertes anuales.
Este número, afirmó, podría incrementarse debido a la combinación de esta condición con la pandemia por coronavirus, por lo que las autoridades de salud deben buscar que los pacientes estén controlados para minimizar el riesgo de muerte en caso de que haya un contagio por COVID-19 en estos pacientes.
“Los pacientes con condiciones cardiovasculares, asociadas al aumento de edad producen una conjunción que genera incremento de la mortalidad. Las personas con condiciones preexistentes se han muerto más”, lamentó la especialista.
Ambos expertos exaltaron la necesidad de prevenir y controlar las ENT pues, dijeron, estas son enfermedades muy relacionadas con la pobreza y empeoran debido al poco acceso a los servicios de salud que tienen las poblaciones más vulnerables.
Además, para el fin de la pandemia al menos 50 % de la población a nivel mundial podría vivir en la pobreza, y por ello se deben combatir estas enfermedad no transmisibles.
Aunado a ello, dijeron, el reto es el inminente envejecimiento de la población pues para 2030 se espera que haya 4,2 veces más personas entre los 60 y 79 años y 7,3 veces más personas de 80 años y más.
La doctora Montenegro señaló que es importante que se propongan estrategias gubernamentales que ayuden a prevenir y, en caso de ya contar con la enfermedad, promover la adherencia a los tratamientos, ya que esto incide directamente en la calidad de vida de los pacientes.
El doctor Jorge Trejo Gutiérrez, de la Clínica Mayo, exaltó la necesidad de educar a las personas a usar el cubrebocas, del cual dijo que es la herramienta más poderosa para frenar el coronavirus.
“Tenemos que enfocar la prevención en pacientes con ENT atacando lo que es más agudo: la transmisibilidad de COVID. El esfuerzo debe enfocarse en la educación de prevención”, aseveró.
La pandemia por coronavirus suma en Latinoamérica más de 8 millones de contagios y 310,000 muertes.
En México, la COVID-19 acumula 71,678 muertos y 676,487 casos tras seis meses y medio de la llegada de la enfermedad.