La Comisión Nacional del Agua (Conagua) afirmó que las condiciones de inseguridad que privan en la presa La Boquilla tras la toma de esa instalación por manifestantes, impiden continuar los trabajos para concluir con la entrega de agua para el presente ciclo agrícola.
El organismo destacó que quienes mantienen las acciones de protesta obligaron a salir de las instalaciones al personal de Conagua que opera las maniobras de extracción, así como al superintendente y al operador de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Adicionalmente, se tienen elementos que hacen presumir que se prendió fuego a la sala de control de generadores.
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Al interior de la presa se encuentra material y equipo altamente especializado, tanto de Conagua como de la CFE, que ha requerido una inversión muy cuantiosa y que se encuentra en riesgo en caso de una mala operación o de que se le generen daños intencionales.
Por ello, destacó que es indispensable la presencia en el lugar del personal especializado de CFE y Conagua, para la correcta operación de los equipos mencionados y así reiniciar el abasto de agua de esta importante presa.
En cuanto al ciclo de riego, la Conagua aclaró que aún queda pendiente por entregar una cantidad equivalente al 10 por ciento de los 962.7 millones de metros cúbicos que el Comité Nacional de Grandes Presas (CNGP) determinó que deben destinarse de la presa La Boquilla para productores del distrito de riego 005.
En dos ocasiones se han intentado reestablecer las maniobras con dicho fin; sin embargo, no ha sido posible por no existir las condiciones que garanticen la seguridad del personal.
Finalmente, la Conagua puntualizó que el impedir el cumplimiento del plan de riego deriva en implicaciones técnicas, administrativas y legales, además de afectar a los agricultores del distrito de riego 005.