Imposible, que haya carne de delfín en latas de atún, afirma Inapesca

Por el modo en que se procesa el atún en las plantas productoras en México, no hay posibilidad de que haya carne de delfín en las latas.

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Es imposible que en las latas de atún que se venden en México, haya presencia de carne de delfín, afirmó el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura, Inapesca.

En conferencia sobre los avances de programas del bienestar, en Palacio Nacional, el titular de la institución, Pablo Arenas, explicó que la tesis de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que señalaron ese hallazgo, se realizó con una metodología poco confiable y no distinguió claramente si la carne en las latas analizadas, era de atún, tiburón o de "otro mamífero".

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Inapesca realizó un estudio minucioso de la tesis elaborada por estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuatitlán, en 2018, y de la cual se dio cuenta en publicaciones periodísticas, dijo Arenas Fuentes.

"Carne de delfín en las latas de atún, les quiero comentar que el Instituto ha hecho un análisis muy minucioso de este estudio y no hay ninguna posibilidad de que esto sea correcto. Es una imposibilidad muy grande porque, el estudio es una tesis de licenciatura hecha con una muy buena intención, supongo, pero con metodologías que no son confiables, de manera que no hay posibilidad de que haya esta contaminación", enfatizó.

El funcionario explicó que por el modo en que se procesa el atún en las plantas productoras en México, no hay posibilidad de que haya carne de delfín en las latas.

Explicó que los peces son puestos, al salir del mar, en cubos de gran tamaño, ya que cada atún mide al menos metro y medio.

Se congelan y al llegar a las plantas procesadoras, uno por uno son colocados en recipientes de grandes dimensiones para ser cocidos.

Posteriormente, pasan también uno por uno, por bandas donde a mano, los trabajadores y trabajadoras de la industria colocan la carne en las latas que luego son selladas y pasteurizadas.

De modo que es imposible, refrendó, que nadie se percate de que la carne manejada no sea atún, sino que pertenezca a otra especie distinta.

"En donde las trabajadoras de las plantas van tomando pedazos de carne de cada uno de esos peces que son de este tamaño, y poniéndolos a mano en las latas. Cuando ya la lata está llena se pone en otra banda y una máquina automática le pone la tapa y se hace un proceso de pasteurizado para que no haya bacterias adentro de esa lata. Es imposible que un delfín haya estado ahí y que haya quedado en la lata. Simplemente no es posible", enfatizó.

En el marco del balance del programa Bienpesca, de apoyo a productores del sector, los funcionarios también fueron cuestionados sobre la problemática en torno a la especie marina de la totoaba.

Indicaron que esos ejemplares también se pueden criar en acuacultura y existen programas federales que promueven esa práctica.

Recordaron que la especie es de gran interés para zonas de Asia, donde por cuestiones culturales, se le atribuyen propiedades afrodisiacas y de otros tipos, a la vejiga natatoria o "buche" del pez, el cual se obtiene, comercializa y exporta de manera ilegal al sureste asiático.

Reconocieron que esa problemática aún no está bajo control, aunque manifestaron su esperanza en que se resuelva pronto.

Puntualizaron que una totoaba puede ser más grande que los atunes, los cuales miden más de metro y medio de longitud y debido a ello, su pesca furtiva afectó en gran medida a las especies de delfines que nadan junto a ellas, identificados como "vaquitas marinas".