La recomendación internacional para que los estados sostengan un eficiente sistema de salud al alcance de la población es una inversión de 6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), en México difícilmente alcanza los 2.5 puntos, lo que lo convierte e ineficiente e inaccesible para quienes no cuentan con seguridad social, señaló Rodolfo de la Torre, investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Durante su participación en la mesa de análisis "El Sistema de Salud Necesita una Transfusión", organizado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, apuntó que hace diez años, los mexicanos recibían atención mensual equivalente a 5 mil 600 pesos, actualmente equivale a 4 mil 500 pesos para derechohabientes, mientras que para los inscritos en el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), actualmente equivale a 3 mil 200 pesos, lo que fomenta la desigualdad.
A nivel nacional es más visible la desigualdad en el acceso, ya que de acuerdo al investigador, se invierten más de 300 mil pesos per cápita en la Ciudad de México y menos de 30 mil en otros estados del país.
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La reducción en el gasto público en salud ha dejado un sistema debilitado de 3% del PIB en 2013 a 2.5% en 2020. Lo más grave: desde 2019 se ha colocado en situación de subejercicio fiscal, descuidando la atención de enfermedades prevenibles que se han ubicado entre las cinco primeras causas de muertes en el país, como es el caso de la diabetes, apuntó Mariana Campos, investigadora de México Evalúa.
De acuerdo a Rogelio Gómez Hermosillo, representante de Frente a la Pobreza, 20 millones de personas son excluidas al no estar afiliadas a un servicio de salud y más de la mitad de la población, 68 millones de personas carecen de acceso a la seguridad social.
La desigualdad en el gasto público entre subsistemas es dramática: los servicios de salud para las zonas más pobres reciben hasta 10 veces menos presupuesto público. Por cada peso por persona beneficiaria de IMSS-Prospera, que atiende a las personas que viven en zonas rurales de alta marginación y rezago social, se destinan aproximadamente 4 pesos por persona afiliada al IMSS; más de 5 pesos, para las del ISSSTE; y cerca de 10 pesos, para las afiliadas a servicios de salud de Pemex.
Las organizaciones plantearon que un primer paso es aumentar el gasto en salud del Presupuesto 2021, un punto del PIB para garantizar la igualdad en los servicios que proporciona el INSABI con los servicios del IMSS. Se darían servicios equivalentes a mexicanos del sector formal e informal de la economía. En este último sector está el 62% de la fuerza laboral del país.