El Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas Rodríguez, señaló que después de la pandemia por Covid-19, será indispensable fortalecer las redes de atención preventiva en materia de salud, así cómo encontrar una vía de desarrollo económico comunitario.
Durante su participación en la presentación virtual de la iniciativa "Abrazando la Vida", del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), explicó que el gobierno mexicano ha implementado acciones para atender esta emergencia sanitaria y destacó el impacto diferencial que está ha tenido sobre mujeres, adolescentes y niñas, las cuales en ocasiones requieren atención especial en materia de salud pública.
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Detalló que en estos meses se han desarrollado plataformas telefónicas con personal capacitado para atender temas de salud con información sobre métodos anticonceptivos o complicación en el embarazo.
En este sentido, reconoció la iniciativa del Unfpa, que es el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, y destacó la alianza entre el sector privado, la sociedad civil y los gobiernos internacionales, a fin de construir estrategias y alternativas de colaboración que impacten en la educación, salud y desarrollo sostenible.
Resaltó la necesidad de abrir espacios a las y los jóvenes para acceder a una buena educación sexual y reproductiva, además de trabajar en otras tareas como la profesionalización de la partería que aún se practica en México, "y que durante muchos años ha sido un instrumento de prevención para mujeres en momentos de precariedad, marginación y vulnerabilidad social".
Subrayó que entre el gobierno federal y las autoridades estatales se articulan acciones en materia de salud pública y se ha puesto especial énfasis en atender temas relacionados con violencia doméstica al impulsar que el número de atención de llamadas de emergencias 9-1-1 a nivel nacional, cuente con la capacidad para canalizar a personas en situación de riesgo.
Abundó que la violencia se ha incorporado a la vida doméstica, ya que 1 de cada 5 delitos que se comenten en el país son dentro del núcleo cercano a la familia, por lo que se necesita un replanteamiento cultural en las formas de convivencia y cómo la comunidad debe garantizar la seguridad y estabilidad de las personas.