La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), celebró la localización del pequeño Dylan Esaú, de dos años de edad, quien fuera sustraído en Chiapas y exigió a las autoridades la liberación inmediata de cuatro mujeres indigenas detenidas arbitrariamente y la reunificación familiar con sus 23 hijas e hijos, sustraídos de su hogar.
A través de un comunicado, la organización encabezada por Juan Martín Pérez Rodríguez, exigió también la atracción de la carpeta de investigación de este caso por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), del probable homicidio, tortura, extorsión y detención arbitraria e ilegal en contra del indígena Adolfo Gómez Gómez y de la criminalización de 4 mujeres de la familia tzotzil Gómez.
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La Red apuntó que en el marco de las investigaciones por la desaparición del pequeño Dylan Esaú, las autoridades detuvieron a Adolfo Gómez, Ofelia "N" y la familia tzotzil fueron detenidos por la Fiscalía de Chiapas, por su presunta vinculación con el caso; a pesar de que las autoridades reconocieron que la secuestradora de Dylan Esaú actuó sola, se ha negado a la liberación de las mujeres.
La familia tzotzil Gómez y diversas organizaciones locales han denunciado la violación a derechos humanos y criminalización de la pobreza por parte del fiscal Jorge Llaven Abarca quien las vinculó como una red de trata de personas en una conferencia de prensa.
Entre las irregularidades está la presunta detención arbitraria del indígena Adolfo Gómez Gómez, en la plaza de San Cristóbal el pasado 15 de julio, cuando estaba acompañado de su hijo de cinco años, acusándole de ser parte de una red trata de personas. Estando bajo resguardo de las autoridades fue hallado sin vida, con huellas de violencia, en su celda en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados No. 5 (CERSS NO. 5), a lo que se suma que la familia ha denunciado públicamente que fue víctima de tortura y extorsión. Ese mismo día, se detuvo sin orden de aprensión a su esposa, quien acudió a la Fiscalía a pedir informes de la detención de Adolfo Gómez.
A partir de este momento se incriminó a toda la familia y el 17 de julio se realizó un operativo en su casa, donde se detuvo ilegal y arbitrariamente a 3 mujeres y 23 niñas y niños indígenas dedicados a la venta de artesanías en la vía pública. Hasta el momento se mantiene la negativa de regresar a los menores con sus familiares y otorgar la libertad a las mujeres.