La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) dio a conocer los resultados de la consulta "Infancias Encerradas", la cual se realizó del 26 de mayo al 15 de junio y en la que participaron 44 mil 905 niños y adolescentes de 6 a 17 años de todo el país.
En este marco, la ombudsperson capitalina, Nashieli Ramírez Hernández, destacó que la principal preocupación de los menores durante la emergencia sanitaria es que alguien de sus familiares se contagie o muera por Covid-19 y que sus padres pierdan el empleo, al tiempo en el que destacó que esta preocupación es mayor entre los niños de la capital de la República.
"¿Qué es lo que le preocupa?, a 9 de cada 10, 85 por ciento si estamos hablando de la Ciudad de México, la mayor preocupación es que alguien de su familia se muera o se enferme de Covid-19, esa es la central preocupación en general de en el país y la ciudad y preocupación por pérdida de trabajo y adultos que les rodean, 7 de cada 10 a nivel nacional, pero en la Ciudad de México esto se incrementa a 8 de cada 10".
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Según los resultados de la encuesta, los niños y adolescentes dijeron sentirse bien, pues valoran el tiempo que pasan con sus familiares y que dos de las causas que les causan tristeza es no poder salir y no ver a sus amigos.
Al respecto, Ramírez Hernández destacó que la encuesta no evidencia que la violencia intrafamiliar haya aumentado durante el periodo del confinamiento.
"Tenemos un país y hay que reconocerlo donde se educa y se disciplina con violencia en la mayoría de las familias, eso sigue, hay un proceso, quizá, de normalización de ese tipo de dinámicas, pero la consulta en las preguntas que tienen que ver con esto y en las preguntas abiertas, hay algunos reflejos de violencia, pero no refleja para nosotros poder afirmar que hoy tenemos un incremento de la violencia familiar, por lo menos referida desde los niños, las niñas y los adolescentes".
Nashieli Ramírez comentó que los resultados de la encuesta serán entregados a los Poderes Ejecutivos, federal y estatales, así como a los Poderes Legislativos, con la idea de que se puedan diseñar políticas que permitan atender las preocupaciones de los menores.