En una larga referencia histórica y política, el presidente Andrés Manuel López Obrador remarcó que en "cada transformación" hay una oposición, pero reclamó de nueva cuenta como lo hiciera el pasado fin de semana que "es tiempo de definiciones".
"No hay para dónde hacerse, se necesita la definición y van cayendo las máscaras. Y va apareciendo lo que somos, eso es muy bueno, hacer a un lado la simulación. Hay quienes quisieran que la política no fuera maniquea, de blanco y negra, pero en épocas de transformación es necesario que se den las definiciones", comentó López Obrador, al parafrasear a Melchor Ocampo que decía que los liberales moderados no son más que conservadores más despiertos; "o se está a con la transformación o a favor del antiguo régimen", reiteró el presidente de la República.
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Tras criticar que se han inventado el tema del "círculo rojo" (integrado por intelectuales profesionales, académicos, dirigentes sociales y los medios de comunicación y clase media alta) y el "círculo verde" (el pueblo), López Obrador prefirió contar con el pueblo, el que decide, es es el protagonista principal.
Para el primer mandatario la oposición ha estado "bien portada", pues en la Revolución Mexicana hubo una confrontación armada. Hoy, consideró, se tiene es una confrontación de ideas, "normal" en una democracia.
El Jefe del Ejecutivo refirió que cuando el historiador Enrique Krauze comparó al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, con Mariano Otero "exageró un poquito, no mucho", porque le faltó compararlo con Valentín Gómez Farías; en reacción a que López Obrador lo llamó "Lucas Krauze Alamán".