Al comparecer ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), Alfredo Álvarez Cuevas, director de Planeación de la cooperativa de la Cruz Azul, comentó que su hermano Guillermo Álvarez podría estar vinculado en la compra de jugadores a sobreprecio.
En su declaración, el directivo mencionó que este era una de los mecanismos que se utilizaban para el desvió de recursos, al que se suman las empresas fantasmas,
aportaciones a fideicomisos sin la aprobación de la asamblea, pagos excesivos a servicios profesionales o a despachos externos por la atención de asuntos legales.
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A decir de Alfredo Álvarez, en el caso del equipo de futbol, Ignacio López Medina tiene un despacho que se dedica al arreglo entre jugadores, equipos y representantes.
Mencionó que en la época de Eduardo de la Torre y Ricardo Peláez se registraron operaciones que se pagaron a un precio muy alto por concepto de transferencia de los derechos del jugador, como en los casos de Orbelin Pineda, Jonathan Rodríguez, Antonio Sánchez y de Misael Domínguez.
Indicó que en el caso de Ricardo Peláez, no estaba de acuerdo con el valor de los derechos del jugador y con los manejos que hizo Peláez, lo cual siempre hizo saber a Guillermo Álvarez, tras lo cual Ricardo Peláez dejó el cargo como director deportivo del equipo Cruz Azul.