Al asegurar que el 21 de marzo del 2022 inaugurará por la mañana la nueva terminal aérea "General Felipe Ángeles" en Santa Lucía y por la tarde abriría la nueva carretera de Oaxaca Puerto Escondido", cuyo avance supervisó este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador estimó que "si nos va mejor —si no nos pega mucho la crisis económica que se está avizorando y sintiendo por el coronavirus, por la caída del precio del petróleo— si atemperamos esa crisis, pues nos quedaría pendiente la ampliación de la carretera de Oaxaca a Tuxtepec" para reforzar la comunicación en territorio oaxaqueño por los cuatro puntos cardinales.
"Aunque ha habido inestabilidad y depreciación de la moneda, yo he sugerido, siendo respetuosos de la autonomía del Banco de México, que se cuiden las reservas; que no se intente detener la depreciación del peso sacando reservas (al menos 10 mil millones de dólares ahorrados en los últimos 15 meses), que nos aguantemos porque en todo esto" acusó el primer mandatario mexicano, "hay también un buen componente de especulación de quién está sacando provecho de esta incertidumbre financiera".
*Información relacionada:Covid-19 tendrá efectos devastadores sobre la economía mundial: Bárcena
Al señalar que se podría hacer un entronque hacia Juquila, al santuario más grande de Oaxaca, López Obrador aclaró: "no me atrevo a decir que la vamos a ampliar esa carretera, porque primero vamos a ver cómo no va (a ir) al enfrenar la crisis económica que se avecina, pero sí vamos a terminar lo que ya se inició y a lo que nos comprometimos"; que en caso de Oaxaca es abrir carretera de concreto a todos los municipios de la entidad, donde apenas la mitad de las alcaldías tienen camino pavimentado.
Este domingo López Obrador, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú y el gobernador oaxaqueño Alejandro Murat supervisaron la construcción de la Autopista Barranca Larga-Ventanilla, en Yogana, Oaxaca, un camino al que se le han invertido "millones" de pesos pero que no ha terminado de construirse en los pasados sexenios.