En el marco del Día Mundial del Síndrome de Down, que se conmemora el 21 de marzo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informa que cuenta con 188 servicios de rehabilitación en todo el país para la atención de pacientes con síndrome de Down, a fin de que reciban programas de intervención temprana que favorezcan su integración a la vida social y que puedan desarrollar autonomía, realizar actividades de la vida cotidiana e ir a la escuela.
La doctora Catalina Valencia Hernández, coordinadora de Programas Médicos de la División de Unidades de Rehabilitación del IMSS, señaló que estos servicios están ubicados en 49 Unidades de Medicina Familiar, 115 hospitales de segundo nivel, 19 Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) y tres Unidades de Medicina Física y Rehabilitación, en los que cada año se brindan unas 40 mil consultas (medicina física, especialidades y urgencias), así como dos mil de rehabilitación, en promedio.
Indicó que la atención para los menores con síndrome de Down se divide en etapas que comienzan con la terapia física: control del cuello, que el menor consiga estar sentada(o) y lograr equilibrio, arrastre, gateo y marcha.
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La terapia ocupacional, dijo, consiste en la estimulación múltiple temprana del desarrollo motor fino de la mano; el manejo de la cavidad oral para la correcta deglución de alimentos, pues tienen la lengua con un tono disminuido; y posteriormente, ejercicios para el habla y mejorar destrezas ling\u00fcísticas (fonoaudiología).
Indicó que el síndrome de Down es un trastorno genético que abarca un conjunto de padecimientos que involucra retraso en el desarrollo psicomotor, deficiencia intelectual, dificultad para el aprendizaje, hipotiroidismo, leucemia, alteraciones gastrointestinales y defectos cardíacos, siendo éstos últimos los que causan mayores problemas de salud, si no son atendidos con oportunidad.
Por ello, en el Seguro Social desde las consultas de control prenatal se da vigilancia al desarrollo y crecimiento del bebé, a fin de detectar el síndrome de Down prácticamente desde el nacimiento, realizar diversos estudios para conocer su estado de salud y si tiene alguna de las enfermedades asociadas, darle tratamiento de manera oportuna; "actualmente la esperanza de vida de éstas personas es de alrededor de 60 años", afirmó.
La doctora Valencia Hernández indicó que si bien no se puede hablar de prevención, una mejor comprensión del síndrome de Down e intervenciones tempranas incrementar la funcionalidad y la calidad de vida de las niñas, niños y adultos con el trastorno.
Explicó que si bien no hay una causa o factor de riesgo para desarrollarlo, aumenta la probabilidad de que un menor nazca con síndrome de Down cuando la mujer tiene su embarazo después de los 35 años y la incidencia va aumentando a mayor edad.
La estadística indica que en una mujer de 20 años, la incidencia es de uno en cada dos mil nacimientos; a los 35 años ya es de uno en 350 y al llegar a los 49 años, la posibilidad es de uno en cada diez nacimientos.
Además, señaló, una pareja que ya tuvo un hijo o hija con síndrome de Down con la variante por traslocación (de tres a cuatro por ciento de los casos) tiene mayor riesgo de que un siguiente bebé también nazca con este trastorno; "estos papás reciben asesoría genética de especialistas del IMSS que los apoyan para que dispongan de mayor información ante esta posibilidad".
La especialista del Seguro Social indicó que en el Día Mundial del Síndrome de Down 2020 se centra en el tema "Decidimos", pues todas las personas que viven con el síndrome deben tener una participación plena en la toma de decisiones sobre los asuntos relacionados con sus vidas y aquellas situaciones que los afecten. "La importancia de conmemorar este día es hacer una toma de conciencia respecto a la autonomía e independencia de las personas con discapacidad, así como sus derechos", subrayó.