La manifestación de cerca de 30 personas que viven con VIH y son parte de organizaciones civiles ha llevado al cierre de Paseo de la Reforma, la pinta del edificio principal del IMSS, los vidrios rotos de la entrada principal y la quema de la bandera del Instituto.
Ellos están denunciando desabasto de antirretrovirales, que la atención médica demora hasta 10 meses en los nuevos casos, se tiene retraso en estudios de laboratorio, faltan pruebas de VIH, condones y lubricantes.
Uno de los manifestantes aseguró que al único interlocutor que aceptarán es al director del IMSS, Zoé Robledo, porque en su caso el desabasto de antirretrovirales provocó resistencia a los fármacos y su muerte, y en las mesas que han tenido con Álvaro Velarca, coordinador de Seguimiento Institucional del IMSS, no han tenido respuestas.
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Por su parte, Alaín Pinzón, de VIH Vive Libre, señaló que desde hace dos meses tienen desabasto de medicamentos en el nuevo esquema de antirretrovilares, y tienen documentados mil casos en Michoacán, Querétaro, Jalisco, Sonora, Ciudad de México, Nuevo León, Baja California, Campeche, Veracruz y Tamaulipas.
Por su parte, Luis Durán, coordinador de Planeación en Salud, y Gabriela Paredes, coordinadora de Vinculación del IMSS, dieron una conferencia de prensa, en la cual negaron desabasto de antirretrovirales, y explicaron que de los 63 mil derechohabientes que padecen VIH, el 70 por ciento ya es atendido con un nuevo esquema y el resto sigue con los viejos antirretrovirales, pero el mensaje de los funcionarios fue suspendido porque se escuchó como lanzaban piedras desde el exterior.
Los manifestantes advierten que si a las 13:30 horas no llega el director del IMSS, Zoé Robledo, o la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, van a tomar la Glorieta del Ángel de la Independencia, porque son los únicos interlocutores que aceptarán para el diálogo.