Con el objetivo de lograr que los fieles de la Virgen de Guadalupe se queden en sus casas el próximo 12 de diciembre, el Papa Francisco ha decidido, a petición del Cardenal Carlos Aguiar Retes, conceder la Indulgencia Plenaria a devotos que celebren esta solemnidad desde sus hogares.
A través de un comunicado el Arzobispo Primado de México explicó que el pasado 3 de diciembre envió una carta a Su Santidad en la que le explicó que a pesar de los riesgos que implica la pandemia "y otros males", se esperaba que miles de personas peregrinaran al Tepeyac a rendir culto a la Virgen.
Además se le informó de la decisión de cerrar la Basílica de Guadalupe del 10 al 13 de diciembre y realizar las celebraciones a través de los medios de comunicación, por lo que le solicitó que se concediera la Indulgencia Plenaria a quienes decidieran celebrar desde sus casas, lo cual busca desincentivar las visitas masivas y las aglomeraciones en el templo.
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El papa Francisco accedió a esta solicitud y señaló que será concedida bajo las siguientes condiciones:
Quienes aspiren a ella deberán preparar un lugar de oración a la Virgen de Guadalupe en su hogar; participar a través de los medios de comunicación, como si lo hicieran de forma presencial en una de las misas que se transmitirán desde la Basílica; orar por las intenciones del Sabto Padre; estar en gracia de Dios habiéndose confesado; asistir a misa completa y comulgar. Las tres ultimas en cuanto las condiciones de la emergencia sanitaria lo permitan.
Finalmente pidió a los guadalupanos dejar que este año sea la Virgen quien los visite en sus casas y evitar el riesgo de contagios.