En la Cámara de Diputados, los congresistas cerrarán el 2020, llevándose remuneraciones decorosas y sin que su aguinaldo se vea afectado, pese a las disposiciones del Ejecutivo Federal que "invitó" a los funcionarios públicos de alto nivel a "renunciar" a sus aguinaldos.
Ello, para concentrar más recursos en la Tesorería de la Federación y destinarlos a la atención de la pandemia por coronavirus y otras necesidades.
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Ajenos a esa petición, los diputados federales cobrarán este fin de año, por concepto de Aguinaldo y Gratificación de fin de año, una cifra de 211 mil 579 pesos, la cual incluye el monto que la Cámara aportará para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Descontando el pago de ese impuesto, el aguinaldo de los diputados, en términos netos, será de 140 mil pesos 504 pesos.
Esa prestación equivalente a los 40 días de dieta bruta que marca la ley, y que también se contempla en el Manual que Regula las Remuneraciones para los Diputados Federales, Servidores Públicos de Mando y Homólogos de la Cámara de Diputados.
A esas percepciones, se sumarán las cantidades que mensualmente cobran los diputados, como los 74 mil 548 pesos de dieta; los 45 mil 786 pesos por concepto de Asistencia Legislativa; los 28 mil 772 pesos por concepto de Atención Ciudadana; así como un apoyo más de 38 mil 300 pesos, por Atención Ciudadana-Apoyo de fin de año.
Esa última cifra, deberá ser utilizada por los congresistas, para pagar los sueldos de sus colaboradores y ayudantes en las tareas parlamentarias.
Dichas remuneraciones, de acuerdo a la norma interna en San Lázaro y disposiciones del Servicio de Administración Tributaria (SAT), estarán sujetas a comprobación.