América Latina es la región más peligrosa del mundo para los defensores del medio amiente, alertó Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos tras destacar que durante 2019, se registraron 212 homicidios vinculados a su activismo.
Durante el panel de alto nivel sobre el Acuerdo de Escazú, destacó que con la pandemia de Covid-19 dejó en claro la urgencia de que los países se hagan cargo de la acción climática "y asegurar los derechos ambientales que pueden ser ejercidos por todas las personas porque sabemos que el futuro del planeta está en juego".
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Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, afirmó que ante los desafíos globales, se requiere mayor cooperación, "necesitamos multilateralismo y creo que la región está dando un ejemplo extraordinario en eso".
Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expuso que en la región existen mil 123 conflictos socioambientales.
"Estamos luchando en contra de lo que nosotros en Cepal hemos llamado la cultura del privilegio, la cultura de los que poseen la información, de los que capturan la justicia, de los que no están dispuestos a que haya una verdadera participación y un consenso o un consentimiento previo informado, es mejor", señaló.
Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de SRE, admitió que en México no se ha podido hacer justicia para las comunidades a las que les han sido violentados sus derechos.
Para Bachelet, el Acuerdo de Escazú, mismo que fue publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación en nuestro país, "viene en un momento muy oportuno porque es hacer un compromiso real de cambio, protegiendo los derechos humanos ambientales, asegurando la participación significativa de todas las partes de la sociedad y también quienes son responsables del daño ambiental salgan procesados".