El excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador "destruyó la economía mexicana ahuyentando la inversión y manejando pésimo la pandemia por Covid 19", y de no corregir el rumbo será la primera vez que un sexenio finalice con un decrecimiento.
A través de un video mensaje difundido en sus redes sociales, aseguró que el gobierno federal "se quiere lavar las manos, pero no puede evadir su responsabilidad" culpando a la pandemia de la crisis económica, la cual "estaba mal desde antes" con la cancelación del aeropuerto de Texcoco y el cambio de reglas en la inversión de energías limpias, generando falta de certeza jurídica.
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"Y no lo digo yo, ahí están los datos del Inegi. Con López Obrador en el gobierno, la inversión está en su nivel más bajo en más de 20 años. Esto es muy, pero muy grave. Porque ciertamente la inversión del gobierno importa, pero la de las empresas importa mucho más. Fíjate, esto es lo que López Obrador nunca entendió: En México, por cada peso que invierte el gobierno, las empresas privadas invierten seis. Y por eso es tan importante que el gobierno genere un ambiente de confianza que invite a la inversión privada".
El panista cuestionó que México sea el país que menos ayuda a los negocios y a las empresas afectadas por la pandemia.
"Algo que es imperdonable: además de manejar pésimo la pandemia, el gobierno dejó a las personas y a los negocios a su suerte. A ti que tuviste que cerrar, que se te cayeron las ventas, el gobierno te dejó completamente solo. Entre los 20 países más grandes del mundo, México es el que menos le ha ayudado a los negocios y a las empresas afectadas por la pandemia, más de medio millón han quebrado".
Anaya propone diez puntos clave para incrementar la inversión, que son: Estado de Derecho y combate efectivo a la corrupción; recuperar la seguridad; construir infraestructura que nos haga más competitivos; invertir en investigación científica, educación de calidad y salud pública; y mejorar la recaudación, así como la calidad y la transparencia en el gasto.
Además de ofrecer certidumbre a la inversión; promover las energías limpias; reducir la desigualdad; cuidar la estabilidad económica, e impulsar el desarrollo regional y aumentar la productividad.