Estudios sugieren una conexión entre la obesidad y el asma, dos problemas de salud pública frecuentes en México. Cinco de cada 10 infantes con obesidad tienen alta probabilidad de desarrollar asma, indica el médico Cirujano y neumólogo Sergio Garza Salinas, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad.
Los pacientes que ya la padecen, responden peor al tratamiento y pueden presentar mayor riego de exacerbaciones o crisis asmáticas. Si a ambos se suman infecciones virales como la COVID-19 o la influenza, la probabilidad de presentar discapacidad y muerte temprana se incrementará en un gran número de pacientes.
Información relacionada: ¿Kilos de más? Sigue estos tips para quemar grasa
Ante ello, es importante llevar un tratamiento médico adecuado, cuya "piedra angular" es la terapia broncodilatadora con medicamentos inhalados de corta o de larga duración. Quienes viven con uno o más trastornos de salud, deben tomar en cuenta lo siguiente:
1. Evitar desencadenantes del asma, como polen, ácaros del polvo, moho, pelo de mascotas, humo de tabaco, contaminación ambiental y cambios bruscos de temperatura.
2. Continuar con las medidas preventivas ante el coronavirus, como el uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos y distanciamiento social.
3. Vacunarse cada año contra la influenza
4. Acudir con un nutriólogo en caso de sobrepeso u obesidad.
Garza Salinas explicó que el asma en los niños con sobrepeso u obesidad suele cursar con más dificultad respiratoria, crisis agudas y necesidad de intervenciones mayores para tratar los síntomas, de ahí que 50% de los menores en edad escolar no estén bien controlados con la medicación habitual.