Tras 27 años, Biani López Antúnez hizo pública la carta que escribió a sus ocho años, en la que denunciaba los abusos que sufrió ella y sus compañeras de colegio a manos del sacerdote Fernando Martínez, integrante de los Legionarios de Cristo.
"Luego nos empezó a cargar entre las piernas, pero luego cuando usted se fue nos empezó a dar besos cada vez más cerca de la boca, pero cuando llegó a la boca nos preocupó en serio y no sabíamos a quién decirle", plasma Biani López en su carta fechada el 14 de mayo de 1993.
“Nos empezó a cargar entre las piernas y a dar besos en la boca”
Información relacionada: Ana Lucía Salazar relata abuso sexual por sacerdote
Un año antes, Eloy Bedia (miembro de los Legionarios y una de sus principales figuras de autoridad en la actualidad), fue nombrado director territorial de la Legión, pero en una reciente carta dice que "no estaba al tanto del historial de Fernando Martínez", abusador de al menos seis menores de edad en los colegios Cumbres de Cancún y Ciudad de México, de los que fue fundador.
López Antúnez señala en su texto que no confiaban en miss Aurora pera denunciar la situación, pero una de las víctimas decidió hablar con otra profesora que las llamó tras un receso para que le contaran lo ocurrido, y quien les solicitó dos semanas para resolver la situación y hablar con un sacerdote superior a Martínez.
La conversación con la maestra (cuyo nombre se reserva) les granjeó a las niñas -en ese entonces, porque los abusos de Martínez continuaron- evitar un mayor abuso a Belén: "y a Belén sólo la había cargado entre las piernas pero no logró aprovecharse de ella porque hablamos con la miss antes de que empezara más duro con Belén", se lee en su caligrafía de niña de Biani López.
En entrevistas exclusivas con Notimex, Biani López y Belén N. coincidieron en que la maestra Aurora Morales, prefecta de Disciplina, era quien separaba a las niñas y las ponía a disposición del sacerdote para que abusara de ellas.