La ambición y el ansia de poder "son los generadores de la pobreza más tremenda y de la abundancia más grotesca" y se contraponen a la adecuada distribución de bienes y a la ordenada convivencia social, advirtió el Arzobispado de México en su editorial del semanario "Desde la Fe".
Ante la situación de pobreza y desigualdad, señaló que es tarea de políticos y empresarios, científicos y líderes de todo tipo, buscar los equilibrios necesarios para que nadie viva en la miseria.
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En el texto precisó que "Jesús siempre denunció la riqueza como resultado de abusos y opresiones, como producto final de un corazón cerrado en el egoísmo".
Ante esta situación apuntó que la pobreza no se resolverá con dádivas, sino con la promoción constante de quien más necesita "y sin intenciones escondidas".
Finalmente señala que la iglesia católica busca a través del trabajo que realizan diversas organizaciones atender la situación de vulnerabilidad en la que viven millones de personas.