Los Obispos de la Frontera entre Texas y México realizaron su reunión semestral en la que pidieron la creación de un área geográfica que otorgue a los migrantes un desarrollo integral, una vida digna y en paz.
Reunidos en Matamoros, Tamaulipas, manifestaron su preocupación por las condiciones de desigualdad, violencia y pobreza en la que muchas personas se encuentran en sus países y que los obligan a migrar.
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Señalaron que es preocupante que muchas de estas personas sean rechazadas cuando solicitan auxilio o padezcan la incertidumbre de un proceso excesivamente largo o en condiciones de inseguridad sin garantías de protección.
En este encuentro realizado del 30 de agosto al 1 de septiembre, también manifestaron su preocupación por las familias que son separadas en la frontera o quienes son deportados, así como el crecimiento del odio, racismo y discriminación.
Los 14 Obispos participantes en este encuentro, reiteraron su llamado a los gobiernos de Estados Unidos, México, Canadá, Centroamérica y el Caribe, a implementar medidas que garanticen el desarrollo de las familias o individuos que decidan migrar.
Encabezados por el Obispo de Matamoros, Eugenio Lira, los Obispos de Bownsville, El Paso, Ciudad Juárez, Laredo, Linares, Casas Grandes, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Matamoros, Saltillo, San Angelo y San Antonio, concluyeron este encuentro al ofrecer una misa en el bordo del Río Bravo, que es el principal paso de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos.