Por Oscar Balderas
Empecemos por el árbol genealógico de esta asesina que salpica de sangre a Michoacán.
No tiene madre, pero sí tiene padre: se llama Ronnie y es un exfotógrafo profesional que se ha convertido en un millonario empresario cuyo máximo cliente es el gobierno de Estados Unidos. Su hija predilecta es la más mortífera y fue la primera de, al menos, 9 criaturas que engendró. Según su acta de nacimiento, Ella nació en Murfreesboro, Tennessee, a unos mil 500 kilómetros al norte del Río Bravo.
Su crecimiento se detuvo a los 144 centímetros, pero no por apenas rozar el metro y medio es menos peligrosa. Los que la admiran saben que una vez que está decidida a matar pocas cosas en el mundo la detendrán. Los que le temen saben que cruzarse en su camino es como tratar de parar un cañonazo con una almohada: avanzará sin ceder ni un milímetro e invariablemente terminará con su enemigo de dos formas: o reventándole un órgano vital o abriéndole un boquete en el cuerpo que provocará un choque hipovolémico luego de que la sangre se le haya vaciado de las venas.
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Los informes de inteligencia del gobierno mexicano creen que ella llegó desde Estados Unidos por tierra. Las cifras apuntan a que lo hizo por Arizona, Nuevo México o Texas. Seguramente, no necesitó esconderse de las autoridades como lo hacen los migrantes latinos que van al norte. Ella habría ingresado a nuestro territorio nacional, con toda tranquilidad, a bordo de un auto o, incluso, a pie.
Nadie sabe con exactitud cuántos muertos dejó en su descenso por México. Con certeza, muchos más de los que la autoridad reporta. La Secretaría de la Defensa Nacional la vio, por ejemplo, hasta 2016, 41 veces en Sinaloa, casi siempre en las filas del Chapo Guzmán.
Dejando un rastro de sangre, Ella viajó hasta Tierra Caliente. Y aunque ha pasado de grupo criminal en grupo criminal, su presencia AHORA preocupa al gobierno mexicano porque durante la nueva oleada de violencia que ha sufrido Michoacán a esa gringa se le ha visto pegada de un tipo peligroso, Juan José Farías, alias El Abuelo, y sus cómplices.
El Abuelo es un viejo autodefensa que desvió el camino y cayó en el abismo de convertirse en lo que más odiaba. Férreo rival de Los Caballeros Templarios, se alió con Los Valencia para supuestamente pacificar Michoacán. Pero cuando fue abatido Nazario Moreno, El Chayo, y fue arrestado Servando Gómez, La Tuta, el vacío en el poder fue una tentación tan grande que El Abuelo que comenzó a mover a sus seguidores para coronarse como el amo de Michoacán.
El plan del Abuelo se había logrado con relativa sencillez\u2026 hasta hace tres meses, cuando el líder máximo del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera, El Mencho, arrancó una brutal ofensiva para ganar el estado, clave para enviar y recibir drogas provenientes de Asia y dominar el mercado de las anfetaminas. Así, Abuelo y Mencho comenzaron este año una batalla a muerte por convertirse en el próximo rey maldito del estado.
El Abuelo tenía claro que esta era una pelea que solo podría ganar el grupo con la mejor alineación criminal y él quería destacar a su escuadrón por tener a la asesina indiscutible, una estadounidense por nacimiento y mexicana por adopción que se ha convertido en inseparable de ese grupo raro y diverso que hoy es conocido como "El Cártel del Abuelo", integrado por exautodefensas desde Tepalcatepec hasta Los Reyes, viejos integrantes de grupos criminales como H3, Los Viagras, Templarios y hasta las huestes de liderazgos como el Comandante Teto y el Comandante Poncho.
A su lado, Ella ha matado a decenas de mexicanos, incluyendo emboscadas a policías y militares, presuntamente entre ellos a un teniente coronel. Su rudeza y fiabilidad, pero también sus curvas y su firmeza encantaron al Cártel del Abuelo, aunque Ella tiene menos de 10 años y apenas pesa 13 kilos.
Ella se llama oficialmente M107-A1, y es mejor conocida como La Barret 50, famosa entre el mundo criminal por perforar los blindajes más robustos y ser ideal para derribar un helicóptero en pleno vuelo. Cada año, nacen cientos de rifles semiautomáticos calibre 50 como ella a manos de obreros de la Compañía Firearms Barret y muchas, muchísimas, cruzan la frontera hacia México hasta las manos de los sicarios del narco.
Comisionados de la Fiscalía General de la República en Michoacán confirmaron a este reportero que el enamoramiento del grupo de El Abuelo por las Barrets 50 por representa uno de los más grandes riesgos para la seguridad nacional. Calculan que, producto de la fascinación por esa arma, El Abuelo ordenó arrebatarlas a sus rivales del Cártel Jalisco Nueva Generación hasta acumular unas 50 que tienen sudando a las Fuerzas Federales de México, pues incluso sus vehículos con mejor blindaje se doblan ante la fuerza de sus balas disparadas a 8 kilómetros.
La unión civil entre Ella y el llamado Cártel del Abuelo es una alerta roja en Michoacán y un recordatorio para el país sobre las incongruencias de Estados Unidos frente a nuestra guerra contra el narco: ellos procrean asesinas, nos las envían y aquí nos casamos con ellas. Bodas de sangre cuya única herencia son más y más funerales.