La fracción parlamentaria del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados respalda las acciones del Gobierno de México, para actuar legalmente contra el responsable del asesinato de al menos ocho mexicanos en el tiroteo registrado el pasado sábado en un centro comercial de El Paso, en la ciudad norteamericana de Texas, aseveró el coordinador Mario Delgado.
El congresista exigió que "ese infeliz" sea juzgado en México.
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"Condenar por supuesto el discurso de odio, como termina generando estas enormes tragedias. Apoyamos ahí a nuestro Presidente de la República en todo el apoyo que está dando a todos nuestros paisanos y desde luego también la labor del canciller. Y esta exigencia de qué nos traigamos a ese infeliz a juzgar en México, por actos terroristas y por atentar contra mexicanos que viven en los Estados Unidos", recalcó el diputado Delgado Carrillo.
Al acudir como "invitado" al informe colectivo de labores que rindieron los diputados federales de Hidalgo, el legislador adelantó que en la Comisión Permanente se abordará el asunto y se exigirá castigo severo al responsable de la tragedia, que se identificó a sí mismo, a través de un mensaje como "supremacista".
En el acto realizado en dicha entidad, pidió a sus compañeros de partido e invitados, entre quienes se encontraban presidentes municipales, senadores y funcionarios del gobierno hidalguense, guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas mortales del ataque.
Por su parte, los diputados federales del Partido Verde (PVEM) también se pronunciaron a favor de extraditar al sujeto detenido a México, para que se le juzgue por "terrorismo" y condenaron el hecho al que calificaron como un "crimen de odio".
Consideraron viable la intención del Gobierno de México, de solicitar la extradición del detenido, con el propósito de fincarle cargos en el territorio nacional.
Insistieron en que los discursos de odio contra los migrantes provocan tragedias como la ocurrida este fin de semana en El Paso, Texas.
Recalcaron que los gobernantes del mundo están obligados a promover la paz y el respeto a las personas sin importar su nación de origen, el color de piel, su orientación sexual, idioma y cualquier otra condición.