Ante la escalada de protestas de migrantes africanos en las puertas de la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula, Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a los indocumentados a no dejarse "manipular ni engañar por traficantes de personas" y sentenció que no se puede obligar a las autoridades mexicanas a otorgar "certificados para que sean admitidos en Estados Unidos (…) no lo podemos hacer, no nos corresponde".
Ante las acciones federales para erradicar la trata de personas, o los llamados "polleros", el primer mandatario subrayó que su gobierno no caerá en provocaciones ni actos represivos, aseguró que "sin violar derechos humanos estamos cuidando que no haya anarquía, desorden, y no vamos a ceder".
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López Obrador advirtió que los traficantes de personas "hacen sus agosto, que cobran cantidades considerables por trasladar a migrantes, y son los que organizan estas caravanas. No es que surjan de manera espontánea. Es una red que existe".
López Obrador afirmó que las autoridades están procurando "no violar derechos humanos y desde luego que hay muchas provocaciones, por eso decirle a la gente, no sólo de nuestro país, a nuestros hermanos centroamericanos que no se dejen engañar", en México "ya están siendo sancionados estos señores que se dedican a sacar dinero enganchando a la gente que necesita de trabajo", concluyó.