La persecución de casos de corrupción del sexenio pasado, como el de la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles; el ex director de Pemex, Emilio Lozoya y otras figuras públicas, por parte de la actual administración, forman parte de un entramado para apuntalar la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, disminuido por algunas decisiones de gobierno y las complicaciones económicas del país, opinó el secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Antonio Ortega.
El congresista manifestó que las indagatorias en torno a esos actos de combate a la corrupción, con especial relevancia el del abogado Juan Collado, también representan un mensaje político hacia la ciudadanía, respecto a que se está cerrando el "círculo" en torno al expresidente Enrique Peña Nieto, y se refuerza la posibilidad de que sea sometido a juicio político.
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El desgaste político es un asunto de principal importancia para el primer mandatario, y por ello, se están emprendiendo acciones para revertirlo, apuntó el legislador perredista.
"Y el presidente ha venido desgastando su capital político, viene gobernando y manteniendo índices de popularidad y de aprobación a partir de decisiones simbólicas. Y me da la impresión de que el presidente califica de manera especial, muy importante, el combate a la corrupción, ubicando a los expresidentes de la República como sujetos de este propósito político", recalcó.
Ortega Martínez enfatizó que generar la expectativa en la población, de que un expresidente podría ser sujeto a juicio y llamado a rendir cuentas ante la ley, es un elemento que será capitalizado políticamente por el presidente López Obrador.
"Y yo sí creo que el presidente López Obrador viene cerrando el círculo, acorralando al ex presidente Peña Nieto. Francamente hay cada día más elementos para pensar en que buscan finalmente que en México un expresidente de la República sea conducido a un juicio político bajo las consecuencias y responsabilidades que esto significa", remarcó.
El también integrante del Comité de Decanos y del Comité de Ética de San Lázaro expresó que pese a la "persecución" de personajes cercanos al expresidente Peña Nieto, no debe caber duda de que existe un "pacto de impunidad" con el actual primer mandatario.
Subrayó que la información privilegiada en poder de ambos, es un factor de negociación política, y uno de sus usos, fue crear un ambiente mediático favorable alrededor de López Obrador para que ganara la Presidencia.
Si ese pacto llega a romperse, el legislador perredista aseveró que saldrían a la luz "trapitos al sol" de ambas partes y ejemplos de las componendas políticas que derivarán en un "lodazal" en el que todos saldrán involucrados.
Si hay un intento de involucrar al exmandatario en un juicio político, sin duda comenzarán a hacerse del conocimiento público hechos que convertirán en un "muladar" la vida política del país.
"Se destaparía una cloaca terrible, los olores empiezan a inundar los pasillos de Palacio Nacional", sentenció.