Un total de 40 personas pertenecientes a las naciones de España, Rumania, Argentina y Bulgaria fueron detenidas por ser consideradas como las presuntas responsables del robo de 118 vehículos en Europa, de los cuales, 61 unidades pudieron ser recuperadas en Francia antes de su venta.
Los sujetos operaban de una forma muy peculiar, pues utilizaban documentos de vehículos sustraídos de Alemania para legalizar los autos robados en España y posteriormente sacarlos del país para ser vendidos, este método fue utilizado en todos los movimientos de la banda criminal.
Cada uno de los robos fue perfectamente planeado, desde la marca hasta el lugar en el que vehículo sería hurtado gracias a un estudio previo de los movimientos realizados por los propietarios, incluso, en algunos casos fueron instalados dispositivos de seguimiento GPS, para conocer su ubicación precisa en todo momento.
Una vez que era ubicado, el vehículo era intersectado por dos grúas de asistencia que simulaban un apoyo al mismo, para así remolcarlo y llevarlo a un lugar solitario hasta corroborar que el robo no había sido denunciado y después proceder a ofertar el vehículo con documentación falsa.
Los involucrados en este "Robo perfecto" confirmaron que este proceso se llevaba a cabo múltiples veces, pues todavía después de haber sido vendido, el vehículo mantenía el rastreador GPS que ayudaría que fuera robado nuevamente.