En el ejercicio del servicio público, se pueden registrar casos de funcionarios y ex funcionarios y también funcionarias y ex funcionarias "corruptas", señaló la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Wendy Briceño, en referencia al caso de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles.
La congresista del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) manifestó que en casos judiciales graves y preocupantes, como el de la Estafa Maestra u Odebrecht, no hay que perder de vista que se trata de asuntos de corrupción, y tampoco hacer caso omiso si se presentan elementos de violencia política de género.
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"Yo creo que Rosario no es la única a la que se le pudieran estar observando o fincando responsabilidades en términos de los últimos meses se han observado también de Emilio Lozoya, de una serie de personajes, y creo que lo que sería justo y correcto decir es que si hay elementos de responsabilidad, se tienen que aplicar independientemente", planteó.
"Hay, lamentablemente también, mujeres corruptas, cómo hay hombres corruptos. Lo debemos apostar es una manera de hacer una política o la manera de hacer política diferente, ésa es la apuesta que debemos tener", abundó la legisladora.
La diputada Briceño Zuloaga enfatizó que es necesario diferenciar entre los procesos judiciales por corrupción, que pueden involucrar a funcionarias y ex funcionarias; así como los casos de persecución política y de persecución política por motivos de género.
"Entonces me parece que se tiene que llevar a cabo nada más con la responsabilidad del caso y no mezclar o hacer un análisis muy cuidadoso porque si empezamos a mezclar, por ejemplo, que en el caso de elementos que tuvieran que ver con el género, también lo que estamos haciendo de querer visibilizar la violencia política que vivimos las mujeres por causa de género, le estamos restando fuerza al querer, por ejemplo, meterlo todo ahí", enfatizó.
Manifestó que al hacer política no hay "neutralidad", siempre se toma una posición, la cual debe ser constructiva.
Las instituciones encargadas de impartir justicia, como el caso referido, son las que deben dar garantía de imparcialidad, y en las investigaciones "llegar hasta las últimas consecuencias. Que llamen a quien tenga que llamar".
Remarcó la necesidad de no distorsionar la problemática y sí hay discriminación o ataques por causa de género, señalar y denunciar, pero no permitir que hechos de corrupción tan relevantes queden en la impunidad.