Luego de dos visitas de inspección realizadas a la Unidad Terminal Marítima de Guaymas, operada por Mexicana de Cobre, motivadas por un derrame de ácido sulfúrico el pasado 9 de julio, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) determinó aplicar como medida de seguridad la clausura parcial temporal de las obras y actividades de dicha empresa por no contar con autorización de impacto ambiental.
Detalló que sólo quedaron sin clausurar las obras para la instalación de un volcador de góndolas y la reubicación de las vías férreas al interior de la unidad de Mexicana del Cobre, así como las obras de una nave industrial para el almacenamiento de 22 mil toneladas de cobre.
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La Profepa mencionó que la primera inspección se llevó a cabo el 10 de julio para determinar probables daños al suelo y obtener datos técnicos en materia de impacto ambiental y la segunda el 16 de julio para observar la posible existencia de daños al ambiente.
Los inspectores recorrieron el área de tanques de almacenamiento y plataformas, el área de muelles y puntos de carga a los buques, revisaron las instalaciones de ductos, válvulas y tuberías. También hicieron un recorrido por mar y realizaron levantamiento de campo y muestras para analizar.
Asimismo, verificaron que las obras y actividades cuenten con la autorización en materia de impacto ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que permite identificar los posibles impactos que pueden generarse tanto en el ecosistema terrestre como en el marino, donde se desarrollan las obras y actividades de esta empresa en su terminal marítima y la zona de influencia, la cual no fue presentada.