En la Cámara de Diputados, la Comisión de Puntos Constitucionales sometió a análisis su opinión sobre el Plan Nacional de Desarrollo enviado por el Ejecutivo Federal.
En el debate, la oposición criticó el proyecto por carecer de metas, indicadores claros y previsiones presupuestales, y por centrarse en el discurso político de la campaña del ahora Presidente de la República.
La mayoría reviró, en defensa del Plan, al aseverar que su lenguaje es diferente al de gobiernos anteriores, porque obedece al dictado de los electores en las urnas.
Aunque su lenguaje es diferente, para que el pueblo sienta cercanía con el Ejecutivo Federal, cumple los requisitos de ley.
Los planes de administraciones pasadas eran muy técnicos, como establecieron los gobiernos en turno, pero no se cumplieron en lo absoluto, acusaron.
Los diputados de oposición coincidieron en señalar que el documento enviado por el Presidente a San Lázaro no es un Plan de Desarrollo en estricto sentido, sino un cúmulo de frases coloquiales y populares que más bien corresponden al discurso de la campaña en 2018.
El diputado del PAN José Elías; y las diputadas del PRI, María Alemán y Claudia Pastor, subrayaron que el texto calificado como Plan de Desarrollo, está planteado en términos de buenas intenciones.
No marca lineamientos ni objetivos ni metas e indicadores concretos a cumplir; por lo que presenta un vacío de acciones apuntaron.
El diputado Elías Lixa generó la molestia de los congresistas de la mayoría, al ironizar sobre el lenguaje para redactar el Plan de Desarrollo, al que solo le faltó integrar frases como el popular "me canso, ganso" que el Primer Mandatario suele utilizar.
"Pongan me canso ganso. Y ya otros candidatos sacan de: los conozco mosco, y solo falta que les repito pito, y saquen otro tipo de ambig\u00fcedades de la cultura popular mexicana, está bien, lo pueden hacer digerible, no es problema. El problema es que detrás de estas frases populares no exista ningún análisis técnico. Seguimos en las frases del discurso vacío de campaña electoral", subrayó el diputado Lixa Abimerhi.
Las legisladoras priístas subrayaron que el documento en análisis integra frases que "suenan bonito", pero no establecen cómo se concretarán, quién las ejecutará y cómo se evaluarán.
Fueron insistentes en pedir a la mayoría entienda que la campaña electoral ya pasó, y es momento de perfilar los planes concretos para cumplir las metas de desarrollo.
Por ley, remarcaron, el Plan debe ser un documento técnico, no un planteamiento aspiracional.
En respuesta, los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Pablo Gómez y Sergio Gutiérrez, secundados por legisladores del Partido del Trabajo (PT), señalaron que a la oposición no le gusta el Plan de Desarrollo porque no está planteado en términos neoliberales.
El diputado Gómez Álvarez reconoció que el plan no es de "tecnócratas" sino un "plan político", pero cumple plenamente con los tecnicismos que establece la Ley de Planeación.
"Que no les guste a algunos partidos, pues no son sus objetivos y sus metas, es otra discusión. Yo creo que decir que no tienen objetivos ni metas el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de López Obrador, es eludir la discusión de los objetivos y metas. Este Plan, es un Plan no de tecnócratas, este es un plan político, para una transformación de México", recalcó el congresista.
Después de la deliberación, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó con el voto en contra del PAN y la abstención del PRI, la opinión favorable sobre el Plan Nacional de Desarrollo.
En otra reunión, la Comisión de Derechos Humanos de San Lázaro avaló la opinión del Plan; al igual que la Comisión de Seguridad Social.