En México el número de homicidios de menores de edad, con 4.9 casos por cada 100 mil habitantes, es más alta que la de países en conflictos armados e internos, como Afganistán, Siria, Palestina, Corea del Norte e Irán, motivo por el cual urge un diagnóstico a nivel nacional en la materia e instrumentar acciones para prevenir esa problemática, demandó la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados.
La diputada Nohemí Alemán, pidió que las comisiones de trabajo en la Comisión Permanente, avalen el punto de acuerdo en que se exhorta a las procuradurías de protección de niños, niñas y adolescentes a nivel federal y local, a generar un diagnóstico en la materia, con cifras actualizadas.
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Indicó que los datos al respecto, han sido aportados por organizaciones e instituciones nacionales e internacionales.
De acuerdo a la organización Save The Children, dijo, los asesinatos de personas de entre cero y 19 años de edad tienen una incidencia de 4.9 por casos por cada cien mil habitantes; mientras que en naciones como Siria, ese índice es de 1.0 y en Palestina, de 2.7 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que entre los años 2015 y 2017, los homicidios de niños y adolescentes de cero a 17 años, se incrementaron "progresivamente", agregó la diputada Alemán Hernández.
Estimaciones de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), indican que en 2018, mil 238 niños y adolescentes fueron asesinados en el país.
En lo que va del año 2019, el número de homicidios llegó a 285, por lo que a diario, al menos tres infantes y menores de 18 años en el país, fallecen por causas no naturales, abundó.
Save The Children calcula que 40 millones de niñas, niños y adolescentes mexicanos sufren una "preocupante desatención" por parte del Estado, aunado a que los compromisos por la niñez no forman parte de la agenda prioritaria de la autoridad federal, refrendó.
Por ello, la congresista insistió en contar con un diagnóstico que permita tomar decisiones a nivel legislativo, así como impulsar políticas públicas y presupuestos suficientes para garantizar el derecho a la vida, el desarrollo y el bienestar de los menores.
Aunado a los homicidios, otras conductas que violentan los derechos de los menores y ponen en riesgo su integridad física, psicológica y emocional son los maltratos, la negligencia frente a sus necesidades, no alimentarlos, no asearlos y no proporcionarles servicios de salud.
Indicó que el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas Niños y Adolescentes debería redoblar colaboración con gobiernos municipales y estatales, para mejorar los mecanismos de denuncia de delitos cometidos contra menores de edad; así como para instrumentar políticas de protección y ejercicio de sus derechos.