La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) dio a conocer la Manifestación de Impacto Ambiental de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, cuyo plazo para la etapa de preparación del sitio y construcción es de tres años, mientras que la etapa de operación y mantenimiento será de 20 años.
No obstante, en el documento se clasificó como información reservada el monto de inversión, el programa de trabajo y la matriz de identificación de impactos.
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La MIA señala que el polígono del proyecto está ubicado en el municipio de Paraíso, región de la Chontalpa y presenta peligros por erosión, sísmico, volcánico e inundación. Además, el área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto y por erosión causado por oleaje de alta energía.
Con la refinería de Dos Bocas se prevén mayores impactos adversos que benéficos. Según el documento, este proyecto podría generar 56 impactos negativos como alteración de la calidad de agua pluvial, generación de emisiones contaminantes y ruido, alteración de la calidad del suelo, disminución de los patrones de cobertura de vegetación y una posible reducción de individuos de especies animales adaptadas a las condiciones actuales.
En contraste, el proyecto sólo prevé 34 impactos benéficos, entre los que destacan dejar de importar combustibles y mejorar la calidad de vida de los habitantes con la creación de infraestructura y empleos.
La MIA establece que las afectaciones ambientales "serán controladas, mitigadas o compensadas mediante diferentes sistemas de control ambiental, programas de manejo y de rescate y reubicación de fauna, así como programas de reforestación.
Con lo anterior, se espera que las afectaciones se reduzcan y que contribuyan a mejorar la calidad del sistema ambiental a través de la producción de combustibles limpios.