En la subasta con la que arrancó sus operaciones el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, se vendieron 65 de los 82 vehículos de lujo, decomisados a delincuentes comunes o de cuello blanco, entre 400 participantes, con un "precio promedio de venta del 69 por ciento por arriba de su valor inicial", informó Ricardo Rodríguez Vargas, el responsable del Instituto y también titular del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que cada quince días se realizará una subasta; ya está en puerta la de inmuebles federales recuperados o decomisados a la delincuencia; en un mes será la subasta de joyas.
"Nos dio mucho gusto que en la participación de ayer en la subasta se habló de que querían comprar los carros porque al mismo tiempo querían ayudar a los municipios más pobres" comentó el primer mandatario.
Se confirmó que los 28 millones de pesos obtenidos por la subasta serán destinados a los dos municipios más pobre del país: Santos Reyes Yucuná y Santa María Zaniza, ambos en Oaxaca.
Rodríguez Vargas, señaló que el vehículo que "más euforia" causó es el Lamborghini Murciélago, uno de los más llamativos en la puja, tuvo un valor inicial de 1 millón 462 mil pesos y se vendió en 1 millón 775 mil con un sobreprecio del 21%.
Sorprendido, el funcionario federal comentó que los "vochitos" registraron el mayor sobreprecio, por ejemplo, un Volkswagen Sedan 2004 tenía un precio inicial de 30 mil pesos y terminó vendiéndose en 325 mil con un sobreprecio de 983% y el "vochito" de 10 mil pesos se vendió en 65 mil pesos con un sobreprecio de 550%.