Un millón de especies están en peligro de extinción; tres cuartas partes de la superficie terrestre y dos terceras de los océanos han sido impactados por la actividad humana, advierte el informe histórico de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios del Ecosistema (IPBES).
En la evaluación global del estado de la naturaleza, elaborada por 145 expertos de 50 países, incluidos científicos de la UNAM, se alerta que hoy se registra 10 veces más contaminación por plásticos desde 1980.
Asimismo, más de 300 toneladas de metales pesados, sustancias tóxicas, desechos agrícolas e industriales llegan cada año a los mares, causando al menos 400 zonas muertas en áreas costeras, aquellas en las que no pueden vivir los organismos, cubriendo un superficie al menos del tamaño de Gran Bretaña.
Otro factor importante del deterioro es el aumento en la producción agrícola: tres veces desde 1970. Por otra parte, el 23% de los suelos del planeta están degradados, lo que reduce y amenaza la producción de alimentos en el futuro.
Entre 1980 y 2000, el 50% de la expansión agrícola fue a costa de los bosques tropicales que albergan la mayor biodiversidad, siendo los impulsores más importantes de estos cambios la expansión pecuaria en América Latina, y la producción de Palma de Aceite en Asia.
Además, el que se haya duplicado la población a nivel global que en los últimos 50 años, ha aumentado la economía global cuatro veces y el valor del comercio internacional 10 veces, por lo que ahora se extraen más materiales de la naturaleza que nunca antes.
"Hoy extraemos 60 miles de millones de toneladas al año, lo que equivale en peso a 100 mil barcos de carga", explicó Eduardo García Frapolli, uno de los autores de la evaluación global del IPBES.
"El mundo está cada día más interconectado pero también es cada vez más inequitativo" afirmó Patricia Balvanera. En los países desarrollados cada individuo consume cuatro veces más materiales al año que quienes viven en los menos desarrollados, y hay todavía más de 800 millones de personas que no cuentan con seguridad alimentaria.
Algunos de los grupos más vulnerables son los indígenas y las comunidades rurales locales, mientras tanto, unos cuantos controlan grandes capitales, con impactos enormes sobre actividades como la agricultura, las pesquerías o la minería.
La degradación de la naturaleza, junto con estas inequidades, contribuyen a los más de dos mil 500 conflictos ambientales registrados en este momento en el planeta.
El reporte sobre de la Evaluación Global fue aprobado en la 7\u00aa sesión de la plenaria de IBPES, que se llevó a cabo recientemente en París, Francia. Éste es el primer reporte intergubernamental de esta naturaleza.
El reporte señala que el incremento de la población mundial y de la producción agrícola, impiden cumplir con los objetivos Aichi sobre conservación de la biodiversidad para el 2020, o con la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sustentable para el 2030.
El IPBES fue creado en 2012, después de años de negociaciones, durante los cuales México jugó un papel fundamental a través de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO). A través de las gestiones de CONABIO, 34 expertos han participado como autores y 52 como revisores de los productos de la plataforma.
Por parte de la UNAM, Julia Carabias; Rodolfo Dirzo, quien ha coordinado la supervisión de las revisiones a dos capítulos de la Evaluación de la Américas; Rodrigo Medellín; Patricia Balvanera, coordinadora del capítulo sobre las causas del cambio en la biodiversidad para la evaluación global, líder de la evaluación sobre los Valores de la Naturaleza y de la Unidad de Soporte Técnico que la impulsa, en colaboración con CONABIO; Eduardo García Frapolli y Leticia Merino.
También, Antonio Díaz de León, de la PROFEPA; y Adriana Flores, de la Universidad Iberoamericana (quienes han sido miembros del Comité Interdisciplinario de Expertos).