Ante la falta de datos de algunas entidades obligadas a monitorear la calidad del aire en México, distintas organizaciones de la sociedad civil presentaron el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire.
De acuerdo con el último Informe Anual de la Calidad del Aire, son 9 redes de monitoreo en distintas ciudades del país las que no cumplen con la generación de datos que estipula la normativa mexicana.
Las redes pertenecen al Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire (Sinaica) y se encuentran ubicadas en ciudades de los estados de Aguascalientes, Chiapas, Campeche, Yucatán, Guerrero, Querétaro, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa.
En conferencia de prensa, Clara Vadillo, del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (IPTD), expuso que la falta de datos obstaculiza el acceso a una mejor calidad del aire.
Asimismo, indicó que en 2017 la mala calidad del mismo fue responsable de 14 mil 288 muertes en 12 ciudades del país.
Es por ello que se presentó esta iniciativa ciudadana que, según dijo otro de sus impulsores, Stephan Brodziak, coordinador de seguridad vehicular en El Poder del Consumidor, pretende incidir en la actualización de programas gubernamentales para la calidad del aire.
Según el experto, se trata de una vigilancia que garantice el derecho a un medioambiente sano.
Asimismo, se buscará demostrar los daños colaterales derivados del sector transporte “y su costo económico para la sociedad mexicana”.
Otro de los principales objetivos es desalentar “el uso del automóvil particular” para mitigar las emisiones.
Por último, se impulsarán talleres de participación infantil con el objetivo de involucrar a los más pequeños en la problemática.
En esta línea, Carlos Samayoa, de Greenpeace, indicó que están “trabajando en crear una red de jóvenes, incluso de niños, que se están involucrando en generar mensajes contra este tipo de problemas”.
Todo ello derivado de que “no se llevan a cabo los monitoreos adecuados para conocer qué es lo que estamos respirando”.
“Tenemos que hacer algo antes de 2030 si no queremos llegar al punto de no retorno”, dijo en referencia a las alertas de la comunidad científica internacional sobre el calentamiento global derivado de la actividad antropogénica.
En cuanto a posibles soluciones para reducir esa actividad contaminante en México, Vadillo propuso reducir el uso del transporte privado.
Además, expuso que al contrario de lo que se piensa, la utilización de bicicletas o patines -en auge desde hace un año en la capital mexicana- es una medida complementaria pero no una solución a la que encomendarse.
Por el contrario, para la experta, la creación de una red integral de metrobús con 20 líneas por toda la ciudad que sirva como transporte público masivo para reducir el vehículo personal sí reduciría las emisiones.
En cualquier caso, todos los expertos coincidieron en la necesidad de tener datos fiables de la calidad del aire del país y que las distintas dependencias cumplan con sus pertinentes monitoreos como primer paso para respirar mejor.