En la C\u00e1mara de Diputados, durante un foro sobre obesidad, sobrepeso y diabetes, representantes del Instituto Nacional de Salud P\u00fablica (INSP), se pronunciaron a favor de duplicar los impuestos especiales a los refrescos, en vista de que esa medida ha logrado reducir el consumo de esos productos.
\u201cToda la evidencia muestra que la pol\u00edtica fiscal en M\u00e9xico ha sido efectiva. Ahora, es muy importante modificarla, mejorar su dise\u00f1o, en particular aumentar los impuestos, como ven, en comparaci\u00f3n con el mundo hay pa\u00edses que tienen impuestos muy altos y el impuesto en M\u00e9xico es de los m\u00e1s bajos. Entonces, al menos aumentar los impuestos al doble, podr\u00eda dada la evidencia, aumentar los beneficios, plante\u00f3 Arantxa Colchero, directora de Econom\u00eda de la Salud del Centro de Investigaci\u00f3n en Sistemas de Salud del INSP.
En ese marco, el Subsecretario de Prevenci\u00f3n y Promoci\u00f3n en Salud, de la Secretar\u00eda de Salud, Hugo L\u00f3pez-Gatell Ram\u00edrez dej\u00f3 en claro que el Gobierno Federal no es enemigo de las empresas ni quiere frenar inversiones.
Sin embargo, la prioridad por encima de intereses privados deben ser las pol\u00edticas sociales y de salud p\u00fablica.
En su intervenci\u00f3n, el director del Instituto, Juan \u00c1ngel Rivera, subray\u00f3 la importancia de tener una pol\u00edtica integral contra la obesidad, pues medidas aisladas como el IEPS, tienen un margen reducido de efectividad.
Enfatiz\u00f3 que entre las causas de la obesidad, est\u00e1 el desbalance energ\u00e9tico provocado por el tipo de dieta, que en los mexicanos, es muy alta en az\u00facar.
El 30 por ciento de la energ\u00eda de la dieta diaria en el pa\u00eds, viene de bebidas azucaradas y comida chatarra, lo que resulta alarmante, ya que la Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud (OMS) recomienda que ese porcentaje sea de 10 por ciento e incluso, se reduzca al cinco por ciento.
Advirti\u00f3 que es preciso reducir y restringir tanto la ingesta de bebidas azucaradas como de productos ultra procesados en el pa\u00eds, que vive en un \u201cambiente obesig\u00e9nico\u201d donde, los ni\u00f1os est\u00e1n expuestos a esos productos en la escuela, los parques, espacios p\u00fablicos y a la publicidad en medios de comunicaci\u00f3n.
Recalc\u00f3 que la OMS recomienda que los impuestos al refresco sean de al menos 20 por ciento, y M\u00e9xico deber\u00eda llegar a esa cifra, as\u00ed como regular la publicidad de productos ultra procesados e implementar un etiquetado que alerte sobre el consumo de productos con altos contenidos de az\u00facares, sales y grasas.
Los expertos subrayaron que el cabildeo con el Congreso, de las industrias refresqueras para frenar incrementos de impuestos o regulaci\u00f3n m\u00e1s firme, ha sido efectivo.
No obstante, es preciso seguir impulsado una pol\u00edtica integral para hacer frente a una severa problem\u00e1tica de salud como la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades asociadas a esos padecimientos, como la diabetes, hipertensi\u00f3n y distintos tipos de c\u00e1ncer.
En tanto, la representante de la Asociaci\u00f3n Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas, Tania Ramos, asever\u00f3 que de acuerdo a distintas mediciones, los impuestos especiales a los refrescos no han reducido ni el consumo de esas bebidas ni la obesidad en el pa\u00eds.
Refiri\u00f3 que el gravamen, que incluye el cobro de un peso m\u00e1s por litro de refresco no solo no cumpli\u00f3 el objetivo de hacer frente a la obesidad y sobrepeso, sino que aumentaron la desigualdad social en el pa\u00eds, limitaron el crecimiento econ\u00f3mico, restringieron el bienestar social y no inhibieron el consumo.
\u201cActualmente los mexicanos consumimos m\u00e1s de tres mil calor\u00edas diarias, 50 por ciento m\u00e1s que las recomendadas por la OMS. De entro esas tres mil calor\u00edas, solo entre el cinco y el seis por ciento provienen de las bebidas saborizadas\u201d, argument\u00f3.
\u201cEsto me recuerda que durante los cinco a\u00f1os que tiene de vigencia el impuesto, los incrementos de precios de m\u00e1s del doble de la inflaci\u00f3n generaron una disminuci\u00f3n de aproximadamente dos calor\u00edas diarias. Es evidente que esta medida no mejora ni la dieta ni la salud de los mexicanos\u201d, refrend\u00f3.
Ramos record\u00f3 que los impuestos especiales al refresco, a los que calific\u00f3 como regresivos, comenzaron a aplicar desde 2014, primero con un ocho por ciento, m\u00e1s el peso extra por litro de refresco y el ajuste por la inflaci\u00f3n.
Tras aseverar que el refresco forma parte de la canasta b\u00e1sica, asever\u00f3 que al imponerle el IEPS, los consumidores redujeron su gasto en otros rubros como el cuidado del hogar, para pagar el costo extra.
Refiri\u00f3 que el primer a\u00f1o del cobro del impuesto especial el consumo de refrescos baj\u00f3 1.9 por ciento, pero para 2018, aument\u00f3 entre 1 y 1.5 por ciento.