El gobierno de México reiteró su denuncia por el hostigamiento y la intimidación de la que están siendo objeto la Embajada y Residencia Oficial de nuestro país en Bolivia, contra personal acreditado y las personas que se encuentran bajo la protección del Estado mexicano en ese país.
En un comunicado, la Cancillería recordó que el asilo es un acto de política exterior que se enmarca en el ejercicio de nuestra soberanía y es congruente con la política de derechos humanos de México.
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Indicó que, como miembro de la comunidad latinoamericana y de las diversas convenciones regionales en materia de asilo, nuestro país es respetuoso de su alto valor y, por ello, hace valer este derecho a las 9 personas que se encuentran bajo la protección del Estado mexicano en los inmuebles diplomáticos en La Paz.
La Cancillería indicó que esto aplica también para los cuatro individuos que tiene órdenes de aprensión, las cuáles fueron notificadas a la embajada de México con una fecha posterior al otorgamiento de asilos.
Recordó que el régimen jurídico del asilo diplomático establece que "corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución" y que "será respetada la determinación del Estado asilante de continuar con el asilo y exigir salvoconducto para el perseguido".
Bajo estas consideraciones, el gobierno de México expresó su deseo de continuar con el procedimiento iniciado con el Ministerio de Asuntos Exteriores boliviano para la obtención de los respectivos salvoconductos.
Además, insistió en mantener los canales diplomáticos abiertos. Indicó que la Embajadora Teresa Mercado ha tenido al menos 4 reuniones con la Sra. Karen Longaric y mantienen una comunicación directa.
En ese tenor, se ha convocado este jueves a la Encargada de Negocios de Bolivia en México para continuar el diálogo y que explique el actuar de los funcionarios bolivianos.
Finalmente, reiteró su exigencia al Estado Plurinacional de Bolivia para que cumpla con sus obligaciones internacionales, garantice la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y cese la política de hostigamiento y amedrentamiento.