La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y las Secretarías de Economía, Medio Ambiente y Recursos Naturales y Agricultura avanzan en la prohibición del uso de plaguicidas de alta peligrosidad, reducir las presiones sobre los recursos naturales y minimizar la generación de residuos y emisiones contaminantes.
En un comunicado, las dependencias explicaron que el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes así como el Convenio de Rotterdam sobre el Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a Ciertos Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos Objeto de Comercio Internacional, tienen por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente frente a contaminantes orgánicos.
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Las convenciones recomiendan adoptar medidas para prohibir la importación de productos químicos peligrosos como Azinfós-metilo, Captafol, Clordano, DDT, Endosulfán, Lindano, Alaclor, Aldicarb, Fosfamidón, Metilparatión, Carbofurano y Triclorfón, por su alto nivel de riesgo para la salud de la población.
Por ello, el pasado 6 de noviembre publicaron en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se modifica la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación que prohíbe los plaguicidas de alta peligrosidad cuyo registro sanitario ha sido cancelado.