En México durante el 2018, se registraron al menos 11 mil personas desplazadas de manera interna por conflictos y violencia criminal, sin embargo el número podría ser mayor, señaló Vicente Anzellini, coordinador del Informe Global sobre Desplazamiento Interno del Observatorio de Desplazamiento Interno.
Luego de considerar que las cifras son alarmantes, reconoció que México cuenta con la voluntad política y tiene capacidad institucional para hacerle frente al problema a través de políticas públicas, marcos normativos y contabilización.
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El representante de esta organización no gubernamental con base en Ginebra, Suiza, participó en el Coloquio Internacional "Panorama sobre Desplazamiento Forzado Interno y Perspectivas para el Estado mexicano". Presentación del Informe Global sobre Desplazamiento Interno 2019, organizado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), realizado en la Secretaría de Gobernación.
Explicó que en el informe global también se busca presentar un panorama real de la situación en el país, con el objetivo de que las autoridades puedan implementar medidas que coadyuven a que las víctimas de desplazamiento interno, puedan reintegrarse a sus comunidades sin los riesgos que las obligaron a irse.
Por su parte, la titular de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, Rocío González Higuera, señaló que algunos de los efectos que ha dejado el Desplazamiento Forzado Interno son el rompimiento de las familias, deterioro de lazos sociales y culturales, pérdida patrimonial, falta de acceso a la educación y a otros servicios básicos, quebranto de relaciones laborales estables e incapacidad de acceder a satisfactores vitales como la comida, vivienda y medicamentos, entre otros.