Los órganos directivos de Morena afirmaron que a pesar de actos de violencia en sus asambleas distritales en Tepatitlán de Morelos, Puerto Vallarta, Tonalá, Guadalajara y Tlaquepaque, en Jalisco, y en Los Mochis, Sinaloa, no suspenderán los encuentros que son la antesala para la renovación de su dirigencia nacional.
En un comunicado, señalaron que las asambleas en donde hubo violencia serán programadas y reconocieron que en sus encuentros en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora, en al menos la mitad se presentaron diversos problemas de organización, informática y desacuerdos internos.
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De acuerdo con los órganos directivos de Morena la incursión de individuos armados y balaceras en sus asambleas son ajenos al partido y su militancia.
Describieron que el incidente más grave tuvo lugar en el distrito ocho de Guadalajara, en donde un comando de origen desconocido abrió fuego con armas largas y cortas a los asistentes de la asamblea que se realizaba en un local de la colonia Panorámica de Huentitán el Bajo, con un saldo de cuatro compañeros heridos de diversa gravedad, dos de ellos aún se encuentran hospitalizados.
También, afirmaron que estos actos de violencia buscan provocar y desalentar la participación de la militancia en los procesos internos de Morena, así como "contaminar la vida interna del partido, sembrar la sospecha y la desconfianza, generar la falsa impresión de que han sucumbido al faccionalismo y el canibalismo político".