La condición trans “es una variante de la diversidad humana, no una patología. La identidad de género se desarrolla alrededor de los tres años y es una experiencia subjetiva, por lo que no puede estar sujeta a prueba ni ser modificada por terceras personas”, señala el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
“La enfermedad es la transfobia que sufren cotidianamente y que les genera angustia, malestar, depresión e, incluso pensamientos suicidas o su consumación, como consecuencia de la exclusión social a la que se les somete”, enfatizó Conapred.
De ahí la importancia del apoyo familiar a personas trans y de género, y el irrestricto respeto a su integridad en atención a la salud y a la educación, dentro de una cultura de respeto a la diversidad sexual, señalaron especialistas en el Primer Congreso Nacional de Transexualidad Infanto Juvenil, que se llevó a cabo en Monterrey, Nuevo León, convocado por la Fundación Transamor, la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual y el Conapred.
Alexandra Haas Paciuc, presidenta del Conapred, destacó que el Protocolo para el acceso sin discriminación a la prestación de servicios de atención médica de las personas Lesbianas, Gay, Bisexual, Trangénero, Transexual, Travesti e Intersexual, recientemente emitido por la Secretaría de Salud, es un instrumento fundamental para la atención de personas trans, junto con el respeto a la diversidad humana, particularmente la sexual y la responsabilidad de todas las instituciones de gobierno de los tres niveles, el sector privado, las organizaciones civiles y la sociedad en general.