La deserción escolar y con ello la falta de oportunidades laborales que las condena a la pobreza y a un mayor riesgo de padecer algún tipo de violencia, son algunas de las repercusiones del embarazo en niñas y adolescentes, el cual además aumenta las posibilidades de mortalidad infantil y materna, así lo afirmó Arie Hoekman, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México.
Durante la conmemoración del “Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes”, el diplomático detalló que el embarazo en niñas y adolescente constituye una violación grave a los derechos humanos de este sector de la población.
“El embarazo en adolescentes se debe enfocar como un menos cabo a los derechos humanos una niña o adolescente que queda embarazada independientemente de las circunstancias o razones es un aniña cuyos derechos quedan menoscabados su autonomía y toma de decisiones se ven muy limitadas y una gran parte de esas decisiones en realidad se toman por adultos”, expuso.
En este contexto Hoekman refirió que en Latinoamérica, región que ocupa el segundo lugar con más embarazos en niñas y adolescentes en el planeta, incrementó el número de casos en los últimos años.
“América latina es la segunda región a nivel mundial con las tasas más altas entre adolescentes y es la uncia región donde los partos en menores de 15 años aumentaron”.
Frente a este escenario el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno fortalecer la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazos en Adolescentes.