Tras resaltar que el 86% de la población apuesta por contar con “advertencias” en alimentos y bebidas cuando hay altas cantidades de azúcar, grasas y sal, defensores de la salud y del consumidor alertan que las grandes corporaciones de los alimentos procesados y las bebidas azucaradas “han venido bloqueando el establecimiento de etiquetados que puedan advertir al consumidor si un producto es alto en azúcar, grasas o sal”; aseguran que así ha quedado convenido en un anexo del Tratado de Libre Comercio alcanzado entre México y Estados Unidos, para prohibir este tipo de etiquetado en la región.
Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, denunció que la industria global de los alimentos utiliza este instrumento comercial “para violar nuestro derecho a la información y nuestro derecho a la salud”.
Consultado sobre el papel de la próxima administración en este convenio que prohibiría el etiquetado frontal en comida chatarra, Calvillo señaló que desconoce si el nuevo gobierno “tienen todo muy claro. Canadá ya se manifestó en contra de artículos contra la protección cultural —tema que en México no preocupa porque no hay protección sobre derechos de propiedad en materia cultural, digital, sobre el uso de genéricos—; es decir, nos fuimos a negociar de manera bilateral con el gobierno de Donald Trump, ¿creen que eso no lo van a poner en el acuerdo comercial? Creo que lo que vamos a ver en el acuerdo comercial cuando se de a conocer es de terror. No entendemos si la posición es firmar ‘lo que sea’, pero que esté antes de la transición. Esto como mexicanos tendríamos que saberlo”, apuntó Calvillo.
El defensor del consumidor dijo que en reuniones sostenidas con el futuro titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer, “se le ha hecho llegar esta preocupación”, pero que entienden que la negociación recae en otra área del futuro gobierno (en Jesús Seade, responsable de la negociación para la administración de Andrés Manuel López Obrador y Graciela Márquez, próxima secretaria de Economía).
En la Encuesta Nacional de Obesidad 2018, ordenada para la Alianza por la Salud Alimentaria a Dinamia, el consumidor mexicano pide que los etiquetados sean “comprensibles” para los niños y los adolescentes. Además, el sello de advertencia representa para el 52% de los consultados, la posibilidad de “reducir” el consumo del producto y el 32% asegura que dejaría de comprarlo; de hecho, el 37% de los padres de familia prohibirá a sus hijos consumir los productos cuyo etiquetado advirtiera altos contenidos en sodio, azúcares o lípidos, finalizaron los expertos.