La marcha estudiantil a la que convocaron escuelas y colegios de nivel medio superior y superior de la UNAM y el Politécnico, arribó “en silencio” al Circuito Plaza de la Constitución sin mayores incidentes y en calma.
Sin embargo, algunos jóvenes optaron por manifestar su repudio a la violencia con pintas en mobiliario urbano, así como en muros, cortinas de acero y cristales de algunos establecimientos comerciales y puestos de periódicos.
Los contingentes ingresaron en orden al Zócalo, algunos corriendo, otros encapuchados, unos más levantando pancartas con consignas alusivas a la rectoría de la UNAM y los menos, con banderas de sus escuelas y otros con el lábaro patrio.
La Policía capitalina vigiló cada despacio del trayecto de la denominada Marcha del Silencio que se realizó hace 50 años para denunciar la represión del régimen del entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Sólo algunos negocios ubicados en la calle de Palma y 5 de mayo cerraron por temor a ser vandalizados, situación que no ocurrió salvo las referidas pintas.
Autoridades de la SSP-CDMX adelantaron que al término de la Marcha del Silencio registró saldo blanco y no se reportaron personas detenidas o lastimadas por algún incidente de violencia.
@amarilloalarcon