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La Auditoría Superior de la Federación (ASF) trabaja en un proceso de reconfiguración, con el fin de realizar auditorías más profundas que tengan sustento en investigación, para lo cual se buscará dar carácter “forense” a todas las auditorías de cumplimiento financiero, planteó el titular de ese organismo, David Colmenares.
“Ya vamos a hacer, ya empezamos a hacer auditorías temáticas y la parte forense que es simplemente profundizar en la investigación, vamos a pasar de las siete u ocho que se hacían cada año, a que todas las auditorías de cumplimiento financiero que tengan que ser, tener un enfoque también de la parte forense. O sea, terminar la auditoría y profundizar en lo que sigue”, refirió.
El auditor superior agregó que también se está planeando la conformación de una Auditoría Especial de Obra Pública y Adquisiciones, rubro en el que se registran gran número de irregularidades en el ejercicio del gasto.
De igual modo, se tiene previsto contar con un Centro de Estudios que genere datos e información a enviar a los parlamentarios, con el fin de enriquecer su labor y respaldar la toma de decisiones, en especial en el marco del diseño de los paquetes económicos. d
“Estamos estableciendo o creando con lo que tenemos, no estamos creando áreas nuevas, un Centro de Estudios de la Auditoría Superior, con miras a elaborar análisis e investigaciones que puedan ser enviadas al Congreso sobre temas relevantes de coyuntura. Esto es otro proyecto que vamos a ver cómo le avanzamos este año, en la conformación de la Auditoría Especial de Obra Pública, Infraestructura y Adquisiciones“, dijo.
Esa ultima área, agregó, permitiría poner bajo la lupa otro rubro del gasto público en el que recurrentemente se encuentran anomalías e irregularidades, en particular en la asignación de contratos entre entes públicos y adjudicaciones directas, pasando por alto las licitaciones.
Colmenares Páramo indicó que dichas adecuaciones permitirán fortalecer el trabajo del órgano fiscalizador en el marco del Sistema Nacional Anticorrupción, y tener mayor incidencia en la reducción de la incidencia de actos de corrupción y violaciones a la ley.
Lo anterior se logrará mejorando la planeación de las auditorías, reduciendo los elementos “subjetivos” en la fiscalización e integrando técnicas de análisis y medición de datos, desarrollando informes integrales.
También será preciso renovar la dinámica con los legisladores federales, a fin de que los resultados generados por la ASF sirvan como insumos relevantes para el trabajo parlamentario, y permitan agilizar la denuncia de irregularidades.