A partir de los 21 años por cada año que pasa en la vida de las personas, éstas olvidan más de la mitad del contexto en el que viven sus experiencias, así lo reveló un estudio realizado por la Facultad de Psicología de la UNAM.
En conferencia de prensa, Selene Cansino Ortiz del Laboratorio de Neurocognición, expuso que un ejemplo de esto podría ser un viaje y recordar que lo hicimos, pero no así los detalles e incluso olvidar con quién viajamos.
“Podemos hacer un viaje y en ese viaje recordamos que si hicimos ese viaje, conocimos una ciudad determinada pero puede ser que ya no recordamos los lugares que visitamos, las actividades que realizamos o incluso podemos olvidar con quien hicimos ese viaje. Encontramos que esta disminución es de menos .63, es decir, por cada año que transcurre en la vida de un individuo, vamos a olvidar más de la mitad del contexto espacial en el que ocurrieron nuestras experiencias”, puntualizó.
La especialista aclaró que la memoria elimina la información que le parece irrelevante, y lo hace a través del olvido, mientras que las asociaciones o inferencias que recordamos sobre lo que experimentamos, será información útil para afrontar posteriormente nuevas situaciones y adaptarnos a las nuevas circunstancias.
Dijo que la memoria es adaptativa pues también hay un tipo de olvido voluntario, ya que en ocasiones decidimos, de manera consciente, dejar de pensar en una situación traumática para que deje de afectarnos.
Cansino Ortiz agregó que otro de los resultados que arrojó la investigación fue que las personas con un nivel de memoria de contexto muy bajo tenían más años de jubilación.
Detalló que el retiro no es mala idea, pero resaltó que se debe tomar en cuenta que el cerebro requiere siempre estar activo. Por ello sugirió resolver operaciones matemáticas en lugar de usar la calculadora.
Refirió que alimentos como el ácido linoleico (omega 6), presente en el pescado, o el vino tinto (fuerte antioxidante), contribuyen a detener el deterioro de la memoria de contexto en función de la edad.
En tanto, indicó, la ingesta de alimentos procesados y enlatados, así como el consumo de sal tiene un efecto negativo en el deterioro de la memoria a causa de la edad.