La designación de Ignacio Ovalle Fernández como titular de la nueva entidad denominada Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), fue criticada por el líder de la CNOP, Arturo Zamora Jiménez, quien aseguró que el programa de subsidio alimentario ha fracasado en México y en otros países.
El líder de esta organización emanada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lamentó que no se haya aprendido de las experiencias del pasado y recordó que la propuesta es la misma que se aplicó en los años 60s en la Conasupo con precios de garantía y subsidios indiscriminados y un abasto subsidiado que causa un déficit creciente.
Zamora Jiménez adelantó que a partir de esa iniciativa “no se descarta que se conformen otras empresas paraestatales que, muy probablemente, reproducirán el modelo de la quebrada Conasupo y la serie de empresas públicas que desplegaban la presencia del Estado en una economía rural intervenida y sostenida artificialmente”.
Recordó que el llamado “Sistema Conasupo” nació en 1965, pero su origen está en la creación del Comité Regulador del Trigo, por parte del presidente Lázaro Cárdenas, en 1937. “Eran tiempos de monopolios abusivos en mercados sin control donde, paradójicamente, terminaba importándose grano de pésima calidad a precios exorbitantes”. Actualmente, el objetivo de la autosuficiencia alimentaria resulta inviable en una economía abierta en la que México ocupa el décimo lugar del mundo como potencia exportadora de alimentos.
Citó que las pérdidas operativas de estas empresas pasaron de 738 millones de pesos en 1965, su primer año de operación, a 83 mil millones en 1982, cuando se inició su liquidación. El peor caso tuvo lugar en 1982, cuando el índice general de precios se quintuplicó, mientras que el déficit operativo de Conasupo se disparó 1 mil 125 por ciento.
Ello se explica, mencionó, por el enorme diferencial entre los precios que la paraestatal pagaba y los precios a que vendía, gracias a transferencias del gasto público y a costa del bienestar social de la mayoría.
SEGALMEX confirma que el presidente electo de México habrá de privilegiar en la integración de su gabinete ampliado perfiles que sigan ciegamente su proyecto y viejos conocidos del quehacer público en los gobiernos populistas de los años setenta, concluyó Zamora Jiménez.