La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que el acoso sexual genera efectos adversos en la trayectoria profesional de las mujeres, y que las denuncias presentadas han permitido demostrar que los hombres que perpetran esas acciones dejaron de ser impunes.
Explicó que entre 2017 y 2018 se han producido numerosas acusaciones contra hombres poderosos y acosadores que hostigaron y agredieron a mujeres en el ámbito laboral, en sectores industriales tan dispares como el cinematográfico, el político, el periodístico o el tecnológico.
Lo anterior ha puesto de manifiesto la frecuencia de los casos de acoso sexual, así como sus efectos adversos para la trayectoria profesional y la vida de las mujeres, lo que ha permitido demostrar que los hombres que perpetran esas acciones ya no son impunes y docenas de ellos han sido despedidos o destituidos en sus trabajos.
La organización consideró que el debate suscitado ha revelado que los casos de acoso sexual denunciados en el ámbito laboral son únicamente una pequeña parte de todos los que se producen.
También sostuvo que dichas denuncias han alentado a millones de mujeres a dar a conocer sus experiencias a través de internet. Sin embargo, existen muchos otros casos de acoso que afectan a mujeres y a hombres.
Alertó que el acoso sexual provoca ansiedad, perjuicios y sufrimiento y, en situaciones extremas, asesinatos o suicidios. También ocasiona pérdidas de miles de millones de dólares a las empresas como consecuencia de ausentismo, costos de reemplazo de personal y reducción del nivel de productividad.
Si bien la violencia y el acoso se abordan en varias normas recientes, en ninguna de ellas se definen fehacientemente, ni se proporcionan directrices pertinentes para facilitar su prevención, expuso el organismo internacional.
A raíz de lo anterior, la OIT ha puesto en marcha un proceso destinado a establecer normas que permitan abordar los casos de violencia y acoso contra mujeres y hombres en el ámbito laboral.
Informó que una vez que los integrantes de la OIT, gobiernos, empleadores y trabajadores, hayan alcanzado un consenso sobre las deficiencias existentes y la forma de subsanarlas, se celebrará un segundo debate, probablemente en junio de 2019, con miras a aprobar los instrumentos que se hayan acordado y atacar este problema con más energía.