La Comisión de Economía de la Cámara de Diputados expresó su respaldo a la decisión del gobierno federal, de emprender un proceso de solución de controversias contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio, con motivo de la imposición de aranceles al aluminio y acero nacionales.
El presidente de esa instancia parlamentaria, Jorge Dávila, señaló que las acciones en materia de defensa comercial deben ser proporcionales al daño que pudieran provocar medidas como las tomadas por el gobierno del Presidente Donald Trump.
Asimismo, en el Palacio Legislativo de San Lázaro se destacó la importancia del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, el cual ha sido actualizado.
Ese mecanismo permitirá fortalecer las capacidades comerciales del país, frente a medidas proteccionistas como las aplicadas por el gobierno de Estados Unidos, consideró el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), del recinto parlamentario.
En cuanto al inicio del proceso de solución de controversias, el diputado Dávila Flores señaló que México procede del modo correcto al apegarse a las normas del derecho internacional frente a las determinaciones del Presidente Donald Trump, que impuso aranceles de 25 por ciento al acero y aluminio provenientes de México y Canadá, argumentando amenazas a la seguridad nacional.
El congresista del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo que esos aranceles violan el Acuerdo sobre Salvaguardias de la OMC y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994, GATT 1994, por no apegarse a los procedimientos establecidos.
“Si los países no cumplen las reglas comerciales el sistema multilateral puede colapsar. Con estas acciones, México se suma a Canadá y a la Unión Europea, que el viernes hicieron lo propio ante la OMC y calificaron de ilegales los aranceles impuestos por Estados Unidos”, manifestó.
Respecto al Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara, señaló que será una herramienta que generará certidumbre comercial, ante los aranceles establecidos por el gobierno norteamericano.
El acuerdo con los socios europeos, apuntó, “abre nuevas oportunidades y retos para diversos productos, principalmente para el sector agroalimentario, pero también robustece la protección a los productos nacionales emblemáticos, garantiza el nombre de marcas mexicanas y respaldo a las artesanías tradicionales originarias de México, adquiriendo, con ello, una mayor presencia en los países del viejo mundo”.
En un documento de análisis titulado “Modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea”, el Centro destacó que dicho convenio permitirá incrementar el flujo comercial y de inversión, la cooperación técnica y científica, al igual que el diálogo político entre las partes.
Recordó que la Unión Europea es el tercer socio comercial de México, con un intercambio de 72 mil 218 millones de dólares registrado en 2017; y es la segunda fuente de inversión en el país, con ocho mil 53 millones de dólares contabilizados en 2017, más del 31 por ciento del total de la Inversión Extranjera Directa captada en el territorio nacional.
“Con la actualización, se liberalizarán de manera inmediata el 86 por ciento de los productos agrícolas y pesqueros, que en el TLCUEM original no estaban contemplados, tales como jugo de naranja, jarabe de agave, espárragos, barquillos, jaleas, compotas, mermeladas, despojos de animales, cereales, y harinas de arroz y de centeno, entre otros productos alimenticios”, apuntó.
Puntualizó que ese convenio debe ser confirmado por el Senado de la República, “para llegar estimativamente al año 2020 a su plena autorización y vigencia”.