Al responder a las acusaciones del candidato a la presidencia por la coalición “México al Frente”, Ricardo Anaya, sobre supuesta intromisión en el proceso electoral, el presidente Enrique Peña Nieto rechazó injerencia, y afirmó que tanto él como su gabinete se mantendrán al margen de la contienda.
Durante su discurso en Ensenada, Baja California, donde inauguró la Planta Desaladora, el mandatario admitió que no hay proceso electoral que no desate polémica, y aseguró que se ha conducido con apego a la legalidad, siendo respetuoso de la libertad de expresión de los candidatos.
Según el jefe del Ejecutivo, a fin de cuentas “será la sociedad mexicana la que defina, a partir de lo que escuche y vea, cuál es la preferencia electoral por la que habrá de optar”.
“El gobierno de la República y más su presidente, el presidente de la República, como además lo tienen así consignado todos los servidores públicos de la administración público federal deberán conducirse con apego a la legalidad, siendo respetuosos de la libertad de expresión”, aseveró
Agregó “porque no hay proceso electoral que no desate polémicas, señalamientos, pero al final de cuentas el gobierno de la República se mantendrá absolutamente respetuoso del proceso, de los candidatos, de sus postulados, de sus dichos”.
Peña Nieto comentó que se trata de una elección histórica toda vez que es la más grande que hayamos tenido los mexicanos ya que no solo se habrá de elegir al presidente sino a gobernadores y alcaldes, así como a legisladores tanto federales como locales.
De acuerdo al presidente, está elección será un reto para las autoridades electorales a quienes les corresponde ordenar el proceso, pero también par quienes “debemos generar condiciones para que la sociedad se exprese libremente a través de su voto”.