El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, celebró la decisión de México de enviar una nota diplomática al Departamento de Estado de Estados Unidos para condenar las declaraciones del presidente Donald Trump contra los migrantes.
No obstante, dijo que nuestro país debe revisar los convenios con la Unión Americana para poner un límite a este tipo de expresiones.
“Hace poco el presidente de la República, nuestro presidente de la República, pidió a sus colaboradores, revisaran los convenios que tiene México con los Estados Unidos. Bueno, hay que preguntarnos qué ha pasado con esa revisión, para poner límites en términos de estas expresiones, que no se deben de tolerar, no se deben de permitir, y que dichas desde la más alta magistratura, la máxima autoridad en los Estados Unidos, pues otros pueden replicar y terminar en agresiones a nuestros connacionales, o a cualquier migrante. Por eso un rechazo, una condena”.
En entrevista en el marco de la presentación del informe “Migrantes Haitianos y Centroamericanos” que se realizó en Tijuana Baja California, el ombudsperson destacó que organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos deben fijar una postura sobre este tema.
Y de cara al debate presidencial del próximo domingo, González Pérez demandó a los candidatos, den a conocer explícita y puntualmente de su compromiso real y no solo discursivo con los derechos humanos, en especial sobre el tema migratorio.
“La CNDH considera que, en el curso de las campañas electorales, deben privilegiarse las propuestas y no las denostaciones, no los insultos, no las difamaciones. El hartazgo que la sociedad tiene, es precisamente por eso, lo que se requieren son ideas, plataformas y una plataforma tiene que, o cualquier plataforma tiene que ver transversalmente el principio de la dignidad de las personas, de los derechos humanos”.
Finalmente, expresó su preocupación por los diferendos diplomáticos en materias comercial o migratoria entre México y Estados Unidos que vulneran la estabilidad económica y emocional de miles de familias de ambos países, especialmente la dignidad de las personas que tienen esperanza de reunificarse o de quienes buscan prosperidad.